El secretario de Finanzas, Santiago Bausili, cobró una compensación del Deutsche Bank en 2016 y 2017. Los pagos fueron realizados por la entidad financiera cuando el ex directivo ya se desempeñaba como funcionario público. Desde la cartera encabezada por Luis Caputo sostienen que se trata del desembolso de un bonus salarial diferido que el banco debía cancelarle a su ex empleado. Antes de su desembarco en un cargo estatal jerárquico, como mano derecha del ministro, Bausili se desempeñaba como directivo del banco en Buenos Aires. Los pagos en efectivo sumarán 100 mil euros, alrededor de 123 mil dólares. La operación, revelada por el diario La Nación, no concluyó y el funcionario continuará recibiendo transferencias este año. Ese incentivo fue complementado con 13.025 acciones en la entidad alemana. El patrimonio declarado por Bausili escaló en su primer año como funcionario de 14,2 a 31,8 millones de pesos, un incremento del 123,9 por ciento. La documentación oficial presentada por el economista ante la Oficina Anticorrupción exhibe las señas particulares de los funcionarios cambiemitas: cuentas en el exterior y sociedades offshore. A diferencia de su jefe Caputo, que no divulgó sus acciones en un entramado de empresas radicadas en Islas Caimán, Bausili sí incorpora sus activos offshore. La empresa declarada se llama Laguna I9 LLC. Radicada en Delaware, una de las principales guaridas financieras norteamericanas, la firma ingresó a su patrimonio en junio de 2016 y el funcionario valúa su participación en 1,9 millón de pesos, o 119 mil dólares.
La mayor parte de los activos fuera del país que informa Bausili emergen en su segunda declaración jurada. Suman 4,3 millones de pesos que, al tipo de cambio vigente a fines de 2016, representaron alrededor de 269 mil dólares. Entre esos activos figuran 76 mil dólares en títulos o acciones del Deutsche Bank. El funcionario declara además colocaciones bancarias, tres en Estados Unidos y una en Uruguay, que dos años atrás superaban los 72 mil dólares. A ellos se suma la offshore Laguna I9 LLC. Los registros públicos estadounidenses a los que accedió PáginaI12 indican que la empresa fue creada en mayo de 2015, un año antes de aparecer en la declaración de Bausili. La opacidad garantizada por las sociedades montadas en Delaware no permite determinar quiénes son sus directivos y accionistas originarios. En otras palabras, si bien Laguna I9 LLC nació un año antes de ser declarada por el número dos del Ministerio de Finanzas no es posible asociar sus movimientos en ese período al funcionario. A diferencia de las presencias offshore de Caputo y Macri reveladas en las megafiltraciones Paradise Papers y Panamá Papers, Bausili declara sus operaciones. Los voceros de Finanzas no respondieron las consultas de este diario sobre la empresa identificada en Delaware con el número 5742017.
Otra particularidad que exhibe la última declaración jurada del Secretario de Finanzas es la adquisición de distintos instrumentos financieros emitidos bajo su supervisión como son los bonos de corto plazo en dólares denominados Letras del Tesoro. Más de la mitad de su fondos, 16,2 millones de pesos, están invertidos en Bonar 2024. Esos papeles fueron adquiridos en sus primeros tres meses en el Gobierno. No existen restricciones para las inversiones que pueden realizar los funcionarios de la Administración Pública Nacional.
Puerta giratoria
La expresión “puerta giratoria” refiere al flujo de personas que ocupan altos cargos en el sector público y en el privado en distintos momentos de sus trayectorias laborales. Las coordinadoras del Observatorio de las Elites Argentinas, de la Universidad de San Martín, Ana Castellani y Paula Canelo, explican que “esas formas de ingreso al sector público desde el sector privado pueden perjudicar el interés público y beneficiar a sectores privados específicos. Estos riesgos pueden incluir conflictos de interés y captura de la decisión estatal por parte de poderosos sectores económicos o grandes firmas, cuando los funcionarios privados pasan a ocupar posiciones públicas; o traspaso de información privilegiada, contactos y know-how cuando se abandonan los cargos públicos para acceder a un puesto en firmas privadas, lo que se denomina soborno diferido o retardado”.
Las transferencias del banco al funcionario fueron relevadas por el diario La Nación. Los documentos del Departamento de Operaciones de la Seguridad Social de la AFIP a los que tuvo acceso ese medio muestran tres pagos realizados por el Deutsche Bank a su ex empleado en marzo, mayo y septiembre de 2016, y una última efectuada en mayo de 2017. “Muchos bancos internacionales suelen pagar un bono variable, un programa de incentivos a largo plazo en dinero y en acciones para que todos los empleados trabajen por el crecimiento de esas acciones”, indicaron desde Finanzas a La Nación. Con 10,9 millones de dólares, el Deutsche Bank es la segunda entidad que más comisiones cobró por sus servicios durante la masiva colocación de bonos de la deuda externa en los mercados internacionales registrada a lo largo de los últimos dos años.