El traslado al Aeropuerto de Ezeiza de vuelos regionales que operan actualmente en el Aeroparque Jorge Newbery provocará una transformación del mercado aerocomercial que perjudicará a la línea de bandera, el turismo porteño y a los usuarios en beneficio de las compañías aéreas extranjeras. El Gobierno postergó un mes, al 3 de mayo, la mudanza de la mitad de los rutas regionales, con excepción de los que tienen como destino u origen en Uruguay. El año próximo se completaría la segunda fase con la mitad restante de los vuelos.
El Grupo Aerolíneas Argentinas es uno de los principales perjudicados por una serie de factores. “En primer lugar, si bien la prohibición regirá para todas las líneas aéreas, Aerolíneas Argentinas es la que más se perjudicará porque de los 2,8 millones de pasajeros transportados en 2017 en las rutas regionales restringidas, el 53 por ciento fueron pasajeros de la línea de bandera”, señaló a este diario Gustavo Lipovich, titular del Instituto para la Investigación y el Desarrollo del Transporte Aéreo del Instituto (Indentria).
La terminal metropolitana es el único aeropuerto donde Aerolíneas Argentinas tiene la mayor cuota del mercado internacional. En los aeropuertos de Ezeiza, Córdoba, Mendoza o Rosario la empresa con mayor cantidad de pasajeros es Latam, sobre todo en manos de las filiales extranjeras del grupo Latam.
“Los usuarios en general y las actividades vinculadas con el turismo en la Ciudad de Buenos Aires se verán perjudicados”, señala el informe elaborado por Lipovich. Para un pasajero que viaja por negocios durante uno o dos días no es lo mismo viajar desde el Aeroparque que desde Ezeiza. En este caso, el tiempo de viaje terrestre ida y vuelta a Ezeiza, por ejemplo, en hora pico, es muy diferente al de Aeroparque si se hace desde el Microcentro o el eje norte de Capital o Gran Buenos Aires. Se trata del mismo argumento que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, expuso en la audiencia pública de El Palomar para enaltecer las ventajas de tener una terminal cerca que permita ahorrar en tiempo y dinero a los vecinos de la zona oeste porteña.
“En tanto, se beneficiarán las líneas aéreas extranjeras que prácticamente pasaron a expandir y monopolizar en estos últimos dos años los vuelos entre ciudades del interior y distintas ciudades del exterior”, según advierte el informe de Indentria. También se beneficiarán las low cost que obtuvieron autorización para operar en el congestionado Aeroparque, ya que el levantamiento de las frecuencias internacionales brindará espacio para que las usen esas instalaciones.