"Sigue bajo su control", dijo la fiscal Mariana Prunotto sobre una de las víctimas de la violencia machista de Rubén Gauna, quien es juzgado por tentativa de femicidio contra su ex pareja y por privación ilegítima de la libertad agravada, contra la actual. Aunque se presentó al juicio oral y público contra su esposo preso, la mujer no mantuvo la acusación que hizo en tres denuncias presentadas en la Fiscalía, desde abril de 2016, cuando el agresor quedó preso. "Fui yo la culpable", declaró Elsa frente al Tribunal, sobre las agresiones que recibía de parte del acusado. Para la Fiscalía, la mujer sigue siendo sometida por el imputado, quien -recordó‑ cuando se le achacó el intento de matar a Alicia (la pareja anterior) dijo que "si le daban tres minutos con ella sola en una habitación, haría que se retracte. Eso hizo con Elsa", aseguró Prunotto. "Las cree su propiedad", alertó en los alegatos de clausura, donde sustuvo el pedido de 21 años de prisión. Las querellantes del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) apuntaron a que "ninguno de los dichos del imputado fue probado en juicio". El veredicto se conocerá hoy.

"Mi matrimonio era una cárcel y la libertad casi me cuesta la vida", dijo Alicia (foto) a este diario, cuando comenzó el juicio contra el hombre de 57 años, por el hecho del 22 de febrero de 2014. Tras una discusión con el hombre que ya no vivía con ella y sus tres hijos, él la sorprendió semidesnuda en el baño, le tiró alcohol y la prendió fuego. Luego agarró al nene más chico y le dijo a la nena de 7 años que no le abra la puerta a nadie. Las encerró a ambas en la casa. Alarmada, una vecina logró entrar y socorrer a Alicia cuando "se le caía la piel". Al llegar al Hospital de Emergencias los médicos dijeron que no había esperanzas. Tenía quemados el cuello y el pecho y seriamente afectadas las vías respiratorias. "Me tragué el fuego", recuerda hoy la sobreviviente.

Dos meses después la mujer recibió el alta médica, tras un mes de coma y varios injertos de piel, pero su autoestima estaba por el piso: no quería salir, escondía las cicatrices y hasta el sol la quemaba. "No te moriste hija de puta, vas a tener una bala en la cabeza", la amenazó el acusado una vez que la cruzó en la calle. Él iba con su actual pareja, quien en abril de 2016 lo llevó engañado (le dijo que quería denunciar a una ex pareja) a Fiscalía y lo denunció. Recién ahí quedó preso.

Elsa declaró en aquella oportunidad que no podía salir de la casa, que estaba encerrada entre cuatro paredes. "Me patea, me escupe y me amenaza de muerte si me encuentra con otro. También me dijo que a su ex la iba a descuartizar", reza la denuncia que la mujer no quiso ratificar en el juicio.

La fiscal dijo además que profesionales hablaron de un perfil "narcisista" del imputado. "Rubén intimida y desvaloriza a sus parejas".