La película argentina El Ángel, dirigida por Luis Ortega, competirá en la sección oficial Un Certain Regard del Festival de Cannes, que se llevará a cabo del martes 8 al sábado 19 de mayo. La película de Ortega está basada en la historia verídica del múltiple asesino Carlos Robledo Puch, alias El Angel Negro o El Angel de la Muerte, que conmocionó a la sociedad argentina de comienzos de la década del ’70 y quien al día de hoy todavía sigue preso por esos crímenes, que incluyen once asesinatos a sangre fría y numerosos robos, cuando todavía no había cumplido 20 años.
El Ángel está protagonizada por el debutante Lorenzo Ferro y tiene producción de las compañías argentinas K&S Films y Underground más la española El Deseo (de los hermanos Almodóvar), en coproducción con Telefe. Concursará en Un Certain Regard con otros trece largometrajes, en su mayoría de directores emergentes, con menos obra previa que la de Ortega, quien al día de hoy suma seis largos y la miniserie Historia de un clan, sobre la familia Puccio, otro sonado caso policial argentino. Un Certain Regard incluye seis films de directores debutantes, lo que significa que el director general de Cannes, Thierry Frémaux, ha decidido apostar fuertemente por la renovación generacional en esta sección. En círculos locales, también se especula con que se podría sumar aquí un segundo título argentino, porque se anunciaron apenas catorce largometrajes (entre ellos In My Room, del talento alemán Ulrich Köhler) cuando habitualmente suelen ser dieciocho, como mínimo.
Algo similar sucede en la Competencia Oficial. Según el anuncio hecho ésta mañana en París, en la sección más importante del festival no hay seleccionada hasta ahora ninguna película argentina, pero no se descarta que más adelante se sumen uno o dos nuevos títulos a los ya anunciados, con lo cual todavía queda una venta abierta para La quietud, de Pablo Trapero, protagonizada por Bérénice Bejo y Martina Guzmán, que sonaba fuerte en los días previos.
En la lista de los confirmados figuran algunos nombres emblemáticos del mejor cine mundial, como el legendario Jean-Luc Godard, quien a los 87 años volverá a competir en la Croisette (aunque él muy difícilmente asista, ya que se ha convertido en una figura elusiva y ermitaña) con su film más reciente, Le Livre d’image, una reflexión sobre el mundo árabe en 2017 a través de imágenes documentales y de ficción, “una historia en cinco capítulos como los cinco dedos de una mano”, según el propio realizador.
En la competencia oficial, Asia estará representada por algunos de los mayores cineastas del continente: el chino Jia Zhang-ke con Ash Is Purest White; el japonés Kore-Eda Hirokazu con Shoplifters; el coreano Lee Chang-dong con Burning; y el iraní Jafar Panahi con Three Faces. El caso de Panahi despierta expectativas, porque ya ha ganado el Oso de Oro de la Berlinale y el León de Oro de la Mostra de Venecia, pero es la primera vez que concursa por la Palma de Oro de Cannes. Fuera de competencia, el gran documentalista chino Wang Bing presentará su trabajo más reciente, el monumental Dead Souls, de ocho horas quince minutos de duración.
Por su parte, el afroamericano Spike Lee regresa al concurso oficial después de 27 años con Blackkklansman, mientras Europa estará representada por los franceses Stéphane Brizé (En Guerre) y Christophe Honoré (Sorry Angel); el polaco Pawel Pawlikowski (Cold War); y los italianos Mateo Garrone (Dogman) y Alice Rohrwacher (Lazzaro Felice).
La presencia argentina en Cannes tiene hasta ahora otros aportes laterales, pero no menos llamativos. En el film de apertura, Todos lo saben, del iraní Asghar Farhadi (La separación), rodado en castellano en Madrid, Ricardo Darín secunda a la pareja protagónica, integrada por Javier Bardem y Penélope Cruz. Y en las Proyecciones Especiales está anunciado el documental Pope Francis – A Man of His Word, del alemán Wim Wenders, sobre Jorge Mario Bergoglio.
Por su parte, las secciones paralelas Quincena de los Realizadores y Semana de la Crítica todavía tienen que hacer pública sus respectivas selecciones, donde seguramente habrá al menos un film argentino en cada una de estas muestras que se distribuyen a lo largo de la Croisette, el bulevar marítimo que funciona como columna vertebral del Festival de Cannes.