Joanna Picetti, la diputada electa por Vamos Juntos a la que los compañeros de bloque, liderados por Elisa Carrió, le impidieron asumir, aseguró que antes de la denuncia ante la Justicia Electoral, que frenó su asunción en la Cámara baja, le ofrecieron "una secretaría de Estado y dinero" para que voluntariamente se retirara de la lista de diputados porteños de la alianza entre el PRO y la Coalición Cívica. "Salieron a sostener a un montón de funcionarios, y a mí me aislaron. No se por qué querían que renuncie a toda costa", lamentó Picetti.
Tras el cierre de listas legislativas para las elecciones del año pasado, la dirigente de Cambios enfrentó duras críticas por denuncias presentadas en su contra respecto de un supuesto maltrato a sus hijos, lo que fue el detonante para que sus compañeros de la lista, en particular, la primera candidata a diputada Elisa Carrió pidiera que dé un paso al costado.
Picetti, en una entrevista al canal América, recordó que "fue sobreseída en 2013 por inexistencia de delito" en esa causa y lamentó: "Fueron a buscar algo tremendo de mi historia personal, que es de mucho sufrimiento y muy dolorosa, y que se haya usado esto para hacer daño a una persona no lo voy a permitir".
Ante su negativa de bajarse de la lista de Vamos Juntos —la alianza que excluyó a la UCR de la alianza en la Ciudad—, el PRO y la Coalición Cívica realizaron una presentación ante la Justicia Electoral para que la dirigente no pudiera asumir su banca. La juez María Servini de Cubría falló en contra de Picetti y le impidió jurar en diciembre.
Sin embargo, Picetti reveló que antes de la presentación judicial los dirigentes de la alianza recurrieron a otros estrategias para hacer que dé un paso al costado: "Me han ofrecido muchas cosas para bajarme de la lista, me ofrecieron una secretaría de Estado, me ofrecieron dinero. Llamaron a mi abogado y le dijeron que había un resarcimiento económico si renunciaba a asumir".
La decisión judicial fue ratificada por la Cámara Nacional Electoral, pero le habilitó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema, que ahora debe resolver sobre la situación de la legisladora electa. "Salieron a sostener a un montón de funcionarios, y a mí me aislaron. No se por qué querían que renuncie a toda costa. Es una campaña para desprestigiar a una persona", sentenció respecto de sus antiguos compañeros de militancia.