Miembros del grupo Fénix, compuesto por economistas de la Universidad de Buenos Aires, declararon su preocupación ante la posibilidad de que el escenario de recorte de libertades y derechos que está siendo palpable en Brasil pudiera extenderse al resto de la región. En ese sentido, reclamaron por la libertad de Luiz Inácio Lula da Silva.
En relación al encarcelamiento del ex mandatario brasileño, la carta señaló: “Generan honda preocupación los arbitrarios fundamentos del fallo (...) así como la intencionalidad evidente de proscribir a Lula con vistas a la próxima elección presidencial.” Los economistas argumentaron que este último evento es el momento cúlmine de una serie de episodios que dieron lugar a que la prisión de Lula sea posible, siendo su mayor antecedente la destitución de Dilma Rousseff al frente del Ejecutivo. Por ello, llamaron a la ciudadanía argentina a pronunciarse enérgicamente en favor del respeto de las instituciones democráticas y en torno al reclamo por la libertad del ex presidente Lula.
En el documento –firmado por, entre otros, Abraham Leonardo Gak, Alberto Müller, Alejandro Rofman, Alejandro Vanoli, José Luis Coraggio, Mario Rapoport, Paula Español y Ricardo Aronskind– también se advirtió sobre los últimos sucesos ocurridos en Brasil y la condena que provocaron. Se mencionó, en primer lugar, el asesinato de la concejala Marielle Franco, en Río de Janeiro, y el ataque con armas de fuego a una caravana del Partido de los Trabajadores. Asimismo, se condenó en la carta la presencia del Ejército en la ciudad carioca y se subrayó que el hecho de que se establezca la jurisdicción de la justicia militar en las acciones realizadas en ámbitos civiles, significa dar carta blanca para que se realicen operaciones represivas sin restricciones legales. “Esta tendencia al autoritarismo del gobierno por la que se incrementa la presencia militar puede desembocar en situaciones de violencia aún mayores”, reza el documento.
Asimismo, como argumentaron en la carta, ha habido en Brasil declaraciones que han presionado en favor de una mayor presencia militar. Así, el grupo de economistas denunció un resquebrajamiento de la institucionalidad democrática de Brasil. “Si este proceso se acelerara, habría sin duda repercusiones negativas no solo en Brasil, sino en toda la región. Podría así involucionarse hacia formas autoritarias, algo de lo que había logrado alejarse en las últimas dos décadas”, advirtieron.
En ese sentido, pusieron en el centro de la discusión el silencio por parte de los organismos de la región, como Mercosur y Unasur, y, especialmente, llamaron la atención sobre el gobierno argentino, quien ejerce la presidencia pro tempore de la Unasur, porque no ha convocado a ninguna reunión extraordinaria para evaluar la situación.