Central debutó anoche en la Copa Sudamericana con un empate 0-0 ante San Pablo, sin poder sacar provecho de la expulsión de Caio cuando se jugaban 35 minutos de la primera etapa. El partido de vuelta se jugará en Brasil el próximo 9 de mayo. 

El embate inicial de Central, con un remate de larga distancia de Ruben que se fue cerca del poste derecho de Sidao, desnudó la intención del local de llevarse por delante al conjunto brasileño. Pero el apuro hacía caer en reiteradas imprecisiones a los volantes centralistas y así era imposible arrollar a un rival que aprovechaba esa falencia para frenar el vértigo local y construir sus llegadas, sobre todo con envíos aéreos tratando de explotar la alta talla de sus atacantes. 

Con el correr de los minutos, el encuentro quedó planteado entre un Central al que le costaba conseguir la pelota y un San Pablo que cerraba espacios en su campo y cuando se hacía del balón trataba de progresar en bloque, imponiendo el buen manejo de sus futbolistas. Ese panorama alentador para los dirigidos por Aguirre recibió un duro golpe con la expulsión de Caio por un codazo sobre el rostro de Ruben. 

Central arrancó el complemento con pocas luces ofensivas, opacadas por las imprecisiones en los últimos metros que le impedían conseguir profundidad ante un equipo brasileño que fortaleció su última línea y que por la vía del contragolpe estuvo cerca de abrir el marcador con un zurdazo de Nené se estrelló en el travesaño. La expulsión de Carrizo emparejó la cantidad de jugadores por bando, frenó los ímpetus de Central e hizo que los dos decidieran conformarse con la igualdad.