Rusia afirmó ayer que dispone de pruebas de que el supuesto ataque químico del sábado pasado contra la ciudad siria de Duma, en el bastión opositor de la región de Guta Oriental, fue un montaje del Reino Unido para culpar al gobierno del presidente de Siria, Bashar al Assad, y a Moscú, principal aliado de Damasco en el conflicto.
“Tenemos datos irrefutables de que se trata de un nuevo montaje, y que detrás está la mano de los servicios secretos de un país que en estos momentos trata de estar en la vanguardia de la campaña de rusofobia”, dijo ayer a la mañana el canciller ruso, Serguei Lavrov, aunque sin brindar precisiones. Horas después, el portavoz del ejército ruso, Igor Konashenkov acusó directamente al Reino Unido. “El Ministerio ruso de Defensa dispone de pruebas que atestiguan la participación directa de Gran Bretaña en la organización de esta provocación en Guta Oriental”, dijo.
Según esta fuente, los militares tienen grabaciones con entrevistas a habitantes de la ciudad donde “cuentan en detalle cómo se desarrolló este montaje, en qué episodios participaron y qué hicieron”.
La postura rusa contrasta con las acusaciones de las potencias occidentales que sostienen que Damasco fue responsable del supuesto ataque en el que murieron cerca de medio centenar de civiles. Esta semana la Organización Mundial para la Salud, dependiente de Naciones Unidas, informó que 500 personas en Duma mostraban síntomas de haber recibido un ataque químico. El miércoles último el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le advirtió a Moscú que debe estar preparado para la próxima llegada a Siria de los modernos misiles del ejército de Washington.
En conferencia de prensa después de reunirse con su colega holandés, el canciller ruso recordó que una misión de expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) estaba camino a Siria.
El jefe de la diplomacia del Kremlin destacó que a su juicio la OPAQ envió su misión a Siria con demora, “sin mucho entusiasmo” y “bajo nuestra presión y la de Siria”. “Creo que deben llegar a Damasco hoy por la mañana y confiamos en que se dirijan sin dilación a Duma, donde nuestros especialistas, que ya estuvieron en el lugar, no hallaron ningún rastro del uso de armas químicas, sea cloro u otra cosa”, recalcó.
Para Rusia, las acusaciones de uso de armas químicas en Duma son un intento de justificar una intervención militar de Occidente en el país árabe. Al respecto, Moscú advirtió que las consecuencias de un posible ataque de Estados Unidos y sus aliados contra el ejército sirio serían “graves”, especialmente si se ven afectadas las fuerzas rusas desplegadas en el país.
“Dios no permita que se tomen en Siria medidas temerarias como en Libia o Irak...” , dijo Lavrov.