Dos meses atrás, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, cargó contra YPF: “El quid de la cuestión es lograr más competencia en el mercado y es difícil porque YPF tiene 58 por ciento del mercado, que lo recibimos de la herencia de los noventa”. Como si la escalada de los precios de los combustibles se resolviera disminuyendo la cuota de mercado de YPF. 

A nivel comercialización de naftas y gasoil al mercado interno, YPF retrocedió de ese 58 por ciento (2015) a 56 por ciento en 2017. ¿Y Shell? Subió del 15 al 17 por ciento en igual período. Es decir, los 2 puntos porcentuales que perdió una los ganó la otra. 

De las top 7, que en total controlan el 99 por ciento del mercado, YPF fue la empresa que más cuota perdió entre 2015 y 2017. Shell, inversamente, la única empresa que creció. Axion, Petrobras y Oil Combustibles perdieron prácticamente la misma cuota que ganó el nuevo actor holandés: Trafigura. 

¿Qué sucede cuando se analiza la comercialización de naftas y gasoil a nivel estaciones de servicio? YPF se desplomó en su cuota de mercado al caer del 58 al 54 por ciento. Shell, por su parte, avanzó del 17 al 21 por ciento.

¿Y la participación de las empresas en las nuevas ventas entre 2016 y 2017? Shell lideró este indicador con 58 por ciento del total. Trafigura fue la segunda, con 26. YPF fue la tercera, muy lejos, con 9. Refinor y Axion, con 4 y 3 por ciento, respectivamente. Shell más Trafigura captaron 84 por ciento del volumen total de naftas y gasoil vendidos adicional por estaciones de servicio entre 2016 y 2017. 

En lo que va de 2018, el sesgo a la firma anglo-holandesa y holandesa es aún más marcado. El análisis de los últimos datos publicados por el Ministerio de Energía (enero y febrero), permiten arribar a la siguiente conclusión: descontado el crecimiento de Refinor, planta concentrada en el norte argentino y abocada mayormente a exportar a Bolivia, Shell destaca por ser la única empresa que creció en lo que va de 2018 en términos de ventas de naftas y gasoil en estaciones de servicio en relación a 2015. A lo que se suma, nuevamente, la irrupción de la holandesa Trafigura. Esta evolución del mercado de combustibles comenzó con la asunción de Macri; para ser más exactos, comenzó con la asunción de Shell al frente del Ministerio de Energía.

El mercado de los combustibles y su fundamental segmento de “ventas al público” no está en manos de YPF, como quiere hacer creer a la sociedad el CEO-ministro y actual accionista de Shell, Juan José Aranguren. Sucede, paradójicamente, todo lo contrario: es Shell y su nueva aliada estratégica, la holandesa Trafigura, quienes juntas están dominando el mercado de las nuevas ventas de naftas y gasoil. 

Shell también dominó las importaciones de combustibles con el 28 por ciento de las importaciones totales en 2017. Incorporando el aporte de Trafigura, sube al 33 por ciento de las importaciones (YPF se ubicó en 26). 

En igual dirección, cabe señalar que entre 2014/15 y 2016/17, las importaciones de naftas y gasoil de todas las empresas del sector, a excepción de YPF, registraron expansiones. A la cabeza de las compras externas se ubica Shell, con un crecimiento del 138 por ciento entre los bienios mencionados. La diferencia respecto al resto es notable, sobre todo con YPF, que cayó 44 por ciento. En un mercado desregulado e internacionalizado, quien controla las importaciones deviene en empresa testigo para la fijación de precios.

La operaciones de Shell-Trafigura son más amplias. Debe tenerse en cuenta dos cambios medulares que se están dando en el sector. Por un lado, la venta de Pampa Energía. En julio de 2016, Pampa compró Petrobras, que a fines del año pasado vendió a Trafigura la refinería de Bahía Blanca y las 250 estaciones de servicio con la marca brasileña. Y por el otro, es sabido que la holandesa está detrás de Oil Combustibles (refinería de San Lorenzo y red de estaciones de servicio). El primer cambio ya está confirmado. Así Trafigura se convertirá en el cuarto actor del mercado para naftas y gasoil comercializadas al público, con cerca de un 7 por ciento del mercado, detrás de Axion. Y de confirmarse el segundo cambio, superará el 10 por ciento, casi igual que la participación de la firma del Grupo PAE.    

El 30 de octubre de 2017, CNN-Agencia Expansión (México) anunciaba que un frente anglo-holandés integrado por BP, Shell y Trafigura (más Glencore) se aprestaba a ir por una parte del monopolio estatal de PEMEX. ¿Puede desvincularse aquello de los resultados de la gestión Aranguren?

La desregulación y absoluta liberalización del mercado local destinadas a consolidar el negocio de Shell-Trafigura avanza en la anarquía energética, fuerte retracción de la presencia estatal (YPF), mayor debilitamiento de la producción nacional de combustibles (y de petróleo refinable), precios descontrolados (más tarifazo), empobrecimiento ciudadano, incertidumbre del consumidor industrial y productivo y exorbitantes ganancias privadas.

* Director general del Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (Oetec).