Los representantes de Estados Unidos, Francia e Inglaterra, responsables del ataque a Siria, lograron impedir que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobara el proyecto de repudio que puso a consideración la delegación de Rusia. En su presentación, el embajador que representa a Vladimir Putin consideró al ataque como una violación al derecho internacional y a la Carta de las Naciones Unidas, e instó a los tres países a no volver a usar la fuerza contra el gobierno del presidente sirio, Basher Al Assad.
El proyecto ruso necesitaba al menos nueve votos para ser aprobado en un órgano con quince integrantes. La propuesta obtuvo tres votos favorables, ocho en contra y cuatro abstenciones. Pero de haber ganado la votación el simple veto de uno de los cinco países con representación permanente en el Consejo la habría
A favor de la moción votaron Rusia, China y Bolivia, cuyo presidente, Evo Morales, condenó hoy el ataque al hablar en la Cumbre de las Américas en Perú. Votaron por el No Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Kuwait, Suecia, Holanda, Polonia y Costa de Marfil. Y se abstuvieron Perú, Kazajistán, Etiopía y Guinea Ecuatorial.
En la sesión de urgencia, antes que se procediera a votar, intervino el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien pidió evitar que la crisis siria quede “fuera de control”, en lo que significaría que “empeore el sufrimiento del pueblo sirio”. El portugués rogó “moderación” en lo que calificó como “peligrosas circunstancias”.
Nikki Haley, la embajadora norteamericana en la ONU, defendió el ataque y aseguró que los bombardeos fueron "cuidadosamente elegidos para minimizar las bajas civiles", en lo que definió como una acción "justificada, legítima y proporcionada". Y añadió que su gobierno, en caso de que volviera a haber una acción con armas químicas como la que Washington sostiene que hubo el sábado pasado, está dispuesto a “desenfundar” otra vez.
Otra voz que se alzó en apoyo el ataque fue la de Mike Pence, el vice de Trump, quien lo representa en la Cumbre de las Américas que se desarrolla en Lima. "Este ha sido un mensaje muy claro de que usar armas químicas contra la población supone un precio, y ese precio lleva consigo acción militar", dijo. A su vez, confirmó que habló con Trump desde la capital peruana en el día de hoy.