Una vez más, el presidente Mauricio Macri aprovechó una cumbre internacional para arremeter contra el gobierno de Nicolás Maduro y pronunciarse sobre los asuntos internos de ese país en concordancia con la política del gobierno de Donald Trump con Venezuela. En la Cumbre de las Américas, que se desarrolla en Perú, el mandatario argentino sostuvo que la elección presidencial que se realizará a fines de mayo “no es democrática" y anticipó que va a “desconocer” los resultados de esos comicios, cuyo candidato favorito es el presidente Maduro.
"No podemos mirar a otro lado, donde hay un proceso político sin garantías mínimas, vamos a desconocer cualquier elección que surja de un proceso de este tipo, porque no es elección democrática", dijo el mandatario argentino que leyó el discurso con bastante dificultad ante los 18 jefes de Estado que se dieron cita en la ciudad de Lima y entre los cuales no estuvo Maduro.
La postura de Macri fue la misma que anunció Washington. En su intervención, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, proclamó que su país no reconocerá las elecciones previstas para el próximo mes e instó a lo que define como “la tiranía de Maduro", quien convocó a comicios libres, a “retomar la senda democrática”.
El presidente Donald Trump "ha dejado en claro que Estados Unidos no permanecerá ocioso mientras Venezuela se desmorona", agregó Pence y pidió a los líderes allí presentes a hacer más para aislar a Maduro y así restaurar el "patrimonio" democrático de Venezuela.
En esa misma línea se pronunciaron los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, el de Brasil, Michel Temer; el de México, Enrique Peña Nieto; y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Los que se negaron al alineamiento fueron el presidente boliviano, Evo Morales, quien rechazó la ausencia del "hermano" Maduro "por imposición de Estados Unidos", y Cuba, cuyo canciller, Bruno Rodríguez, deploró la exclusión del mandatario bolivariano.