Los cortometrajes suelen ser vistos como campo de prueba para llegar a filmar un largo. Como una etapa formativa, pese a que tienen sus propias particularidades y dificultades, un poco a la manera en que se distinguen una novela y un cuento. Y aunque en los festivales uno se la pasa hablando de largometrajes, el futuro suele estar en los cortos. Especialmente en la competencia oficial de cortos. Y el futuro, claro, suele ser de los pibes.
Sobre una veintena de cortos en competencia, al menos una docena son de directores con 30 años o menos. Y muchos de los otros cortos tematizan cuestiones de la juventud, como El liberado, de Martín Fariña (35), que gira en torno, claro, a la repartija del “liberado” que suelen ofrecer las empresas de viajes de egresados.
¿Y de qué hablan los pibes? En ¡Espías!, Tomás Guiñazú (24) propone acompañar a un hombre que todos los días escucha y ve a una mujer dentro de una casa. La rosarina Luciana López Schütz (26) se acerca al registro documental en Hermanas Hoshino & Familia de Jesús. Pablo Bochard (28) muestra una noche de calor agobiante en Buenos Aires, de esos de cortes de luz y fiestas prometidas en La noche al sol. La prima sueca se ambienta en un cumpleaños de 15, pero los adultos están prácticamente ausentes en la historia que proponen Inés Barrionuevo y Agustina San Martín (37 y 26, respectivamente). En los nueve minutos que usa Giselle Chan (23) para Lapso, una espera, se adivina el tedio que impone la paciencia cuando algo importante se hace rogar.
En Los rotos la rionegrina Carla Finco (28) pone en escena a una pareja adolescente que busca cómo llenar un vacío porque, lo sepan ellos o no, sus días juntos terminaron. En Predicadores, Axel Franks (26) salta al cine de género y propone un pequeño thriller que desarrolla en 15 minutos. Malena Filmus (27), en tanto, sigue a una adolescente que carga un embarazo no deseado en Tony. Lara Franzetti (21) también incursiona en el cine de género, pero para la comedia de enredos Tres valijas.
¿Hay un hilo común entre todos ellos? Algunos vienen puramente del mundo del cine, otros incursionaron también en el teatro o en la poesía. Algunos proponen relatos tradicionales. Otros se acercan al intimismo y otros hacen de la ciudad un personaje onmipresente. Temáticamente atomizados, como la generación a la que pertenecen, estos pibes llevan al Bafici lo que se viene en el cine. Porque como cantaba una banda: el futuro llegó hace rato.
El primer bloque de cortometrajes en competencia (curiosamente, el bloque II) se presenta hoy en la sala 7 del Village Recoleta. Consultar la grilla para los horarios y los otros bloques.