El ex gobernador jujeño Eduardo Fellner abandonó ayer el penal de Alto Comedero luego de dos días detenido por orden del juez Isidoro Cruz, que el viernes lo indagó por los presuntos delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta. “La razón que subyace a la liberación es que no podían sostener la detención de una persona que se presenta a declarar, con fiscales que demuestran desinterés por el descubrimiento de la verdad”, afirmó el abogado Horacio Aguilar, defensor del ex mandatario, en referencia al abrupto final de la indagatoria luego de que los fiscales Liliana Fernández de Montiel y Diego Cussell se retiraran del juzgado. Mientras que la detención provocó un repudio generalizado de los dirigentes de la oposición, el presidente Mauricio Macri pidió ayer que se le dé “tiempo (a la justicia) para terminar la investigación” (ver recuadro).
Fellner gobernó Jujuy hasta fines de 2015 y los fiscales lo imputaron dos años atrás por el presunto desvío de fondos para la construcción de viviendas por parte de distintas cooperativas, incluidas algunas administradas por la organización Tupac Amaru, blanco predilecto pero no excluyente del gobernador radical Gerardo Morales y su aparato judicial. El miércoles, sorpresivamente, el juez allanó la casa y ordenó la detención de Fellner, que fundamentó en un presunto riesgo de fuga por viajes que habría realizado al exterior. El dirigente, que estaba en Buenos Aires, viajó de inmediato a Jujuy y el jueves se entregó en el penal de Alto Comedero.
El viernes a la mañana se concretó finalmente la indagatoria. Fellner presentó un descargo por escrito en el que caracterizó las acusaciones de “infundiosas” por carecer de “sustentos probatorios que permitan la continuidad de la investigación, que lleva casi dos años sin encontrar sentido”, y destacó que se le imputan conductas de “imposible comisión”. “No tengo vinculación ni responsabilidad penal por ninguno de los puntos de la infamante acusación que la fiscalía ha formulado”, afirmó. Concluido el descargo y luego de que Fellner manifestara su voluntad de responder preguntas de sus acusadores, los fiscales pidieron que se le leyera toda la prueba. Ante el rechazo del juez, decidieron retirarse.
“Se dio una situación inédita, insólita. Los fiscales (Fernández de Montiel y Cussell), encargados de descubrir la verdad y producir una imputación, mostraron desinterés por formular preguntas al doctor Fellner, que aceptaba responderlas, y se retiraron con una excusa infantil vinculada a una cuestión formal”, explicó Aguilar. “Fue un planteo absurdo, hablaron de un supuesto resguardo del derecho de defensa cuando Fellner había hecho su descargo obviamente porque conocía la imputación”, agregó. El abogado recordó que la lectura de la acusación, que según el código procesal jujeño se hace en una etapa anterior a la indagatoria, tuvo lugar por primera vez hace dos años y se reiteró con nuevos elementos cuando se amplió la imputación. “Desde la defensa nos opusimos y el juez, con buen criterio, dijo ‘tengo detenidos que indagar, eso va a demandar cinco horas, no podemos’, además de que no era necesario volver a hacerlo”, relató.
–¿Cómo se explica el comportamiento de los fiscales?
–Lo que intentan es dilatar el trámite de la causa, teniendo en cuenta que hay varios detenidos, para que estén más tiempo presos. Es claramente un castigo anticipado–respondió Aguilar.
Los ex funcionarios detenidos son Luis Consentini, ex ministro de Tierra y Viviendas, José Abregú, ex presidente del Instituto de Vivienda y Urbanismo, Héctor Carrizo, ex coordinador de Planes Nacionales y Viviendas Sociales, y José Mercado, ex miembro de la Unidad de Ejecución Provincial.
–¿Con qué criterio se lo liberó si horas antes había “riesgo de fuga”?
–Para resolver la libertad se aplicó un criterio confuso. El verdadero motivo es que la orden de detención no tenía razón de ser porque Fellner colabora con la justicia. Lo razonable era liberarlo. La razón que subyace es que no podían sostener una detención de una persona que se presenta a declarar con fiscales que demuestran desinterés por el descubrimiento de la verdad. Eso desencadenó la resolución de libertad.