La obtención de la Supercopa Argentina nada menos que frente a Boca continúa siendo el impulso que utilizó River para seguir escalando en el campeonato. Si bien no logra ofrecer todavía un juego convincente, como mostró en otros momentos del ciclo de Marcelo Gallardo, la seguidilla de triunfos le permite ubicarse en la zona de clasificación a la Copa Sudamericana del año próximo, y está a apenas cinco puntos del último lugar para ingresar a la Copa Libertdores, que en este momento ocupa Huracán. Con el de ayer ante Central, el equipo suma cinco triunfos consecutivos en el campeonato. La deuda continúa en el certamen continental, donde todavía no pudo lograr el éxito, y lo buscará el jueves próximo ante Emelec, en Ecuador.
Las victorias también están siendo acompañadas por algunos regresos esperados. El técnico hizo jugar ayer al defensor Luciano Lollo, que venía de una inactividad de nueve meses. El ex Racing se acomodó bien en la zaga central, y se complementó con Martínez Quarta para neutralizar los intentos tibios de los delanteros rosarinos. Además de Lollo, otro que volvió a estar en un campo, en este caso en el partido de Reserva, fue el delantero Marcelo Larrondo, que participó en el empate 1-1 en la mañana de ayer.
El volante Bruno Zuculini cumplió una actuación destacada, interceptando el juego de los mediocampistas rivales, y distribuyendo la pelota hacia los costados para las subidas por sorpresa de los laterales. El ex Racing tuvo uno de sus mejores encuentros desde que llegó a la institución, a principio de este año. Para que ello sucediera, colaboró mucho el aporte de Enzo Pérez sobre la izquierda, realizando un gran despliegue por esa franja.
Pero sin duda, uno de los factores clave de la victoria fue el delantero Lucas Pratto, que en dos minutos logró desnivelar en dos acciones para que terminen en los goles del local. En la primera, enganchó en el área ante su marcador y si bien pareció que decidió rematar al arco, la trayectoria de la pelota fue corregida por Borré, que convirtió con un toque suave. En la segunda, ganó la pelota en el área y sacó un derechazo cruzado que no pudo ser detenido por el arquero Ledesma. El delantero no venía respondiendo con acierto en las resoluciones de las jugadas, pero decidió muy bien en esas dos y River pudo volver a festejar con rapidez.
Central no encontró nunca los caminos para inquietar con seriedad, y en la opción más clara que tuvo para convertir, con el resultado en cero, Lovera encontró bien ubicado a Armani, que despejó el cabezazo al córner. El arquero de River no fue muy exigido en la tarde de ayer, pero cuando tuvo que responder lo hizo de manera positiva.
El envión anímico de River continúa subiendo, y la meta ahora será lograr un lugar en la Copa Libertadores, para evitar depender de otras circunstancias de llegar al torneo más preciado. Al mismo tiempo, en esta edición, el desafío es poder plasmar lo mismo que viene haciendo a nivel local.