El Banco Central abrió el paraguas. La entidad que preside Federico Sturzenegger advirtió que el Ministerio de Finanzas conducido por Luis Caputo puede enfrentar dificultades para conseguir dólares en los mercados financieros internacionales. El escenario global que facilitó a la Argentina convertirse en uno de los países emergentes que más deuda tomó a lo largo de los últimos dos años está agotándose. El Informe de Política Monetaria del BCRA reconoce que una suba abrupta de las tasas de interés de Estado Unidos y las crecientes tensiones comerciales globales afectarán las perspectivas de crecimiento y a los mercados financieros. “Las condiciones de financiamiento para los mercados emergentes siguen siendo favorables, aunque con algunas señales de alerta en el margen. Sin embargo, este escenario podría deteriorarse si se acelera el retiro del estímulo monetario por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, o si se profundizan las medidas proteccionistas”, sostiene el documento presentado ayer donde el BCRA considera que la aceleración en la inflación es “transitoria” y reconoce su apuesta al techo para las paritarias como política antiinflacionaria (ver aparte).
“El escenario financiero externo continúa siendo favorable, aunque con algunas señales de alerta”, expresa el informe al señalar que “las condiciones globales de liquidez continúan siendo holgadas para los países emergentes en general y para Argentina en particular, aunque empeoraron en el margen”. Entre febrero y marzo se registró significativa volatilidad financiera, junto con un mayor rendimiento de los títulos públicos de Estados Unidos, que restringió el acceso a los mercados para países como Argentina. “Para Argentina, las condiciones crediticias externas exhibieron cierto deterioro en lo que va de 2018. Es así que a inicios de abril el costo de financiamiento externo soberano se ubicaba alrededor de 60 puntos básicos por encima del promedio del último trimestre de 2017. Este incremento estuvo determinado principalmente por la suba de la tasa de financiamiento externo libre de riesgo, en línea con las políticas monetarias de los principales bancos centrales del mundo”, sostuvo el BCRA.
Aunque los directivos de la entidad minimizan el impacto que tienen los movimientos del tipo de cambio sobre la inflación, en el Informe de Política Monetaria reconocen que las intervenciones en el mercado cambiario fueron realizadas para morigerar la transmisión a los precios internos de la devaluación. Lo dice en sus términos: “El Banco Central intervino en el mercado cambiario desde principios de marzo luego de considerar que una depreciación mayor a la registrada hasta ese momento no estaba justificada por factores económicos reales ni por el curso previsto de su política monetaria y que, de no evitarse, tendría el potencial de afectar el proceso de desinflación”, sostiene el documento. Entre el 5 de marzo y el 10 de abril, el Banco Central se vio forzado a vender reservas internacionales por un total de 2427 millones de dólares. Las ventas se canalizaron en 16 oportunidades a un promedio de 152 millones de dólares por intervención que alcanzaron al 3,9 por ciento del total de las reservas.