Volvió la obra escrita y dirigida por Pablo D’Elía, que dentro del ciclo de obras cortas Teatro Bombón rompe con los binarismos y explora el pasaje de la virtualidad a la realidad en los encuentros amorosos y sexuales. El bar de la historia es chico pero las expectativas de lxs presentes enormes, y un joven espera ansioso la llegada de su nueva cita, una chica que hasta ahora solo conoce por medio de chats de Whatsapp y fotos de Facebook. Él es serio y la moza es todo lo contrario, demasiado lo contrario, y entre el contraste de su verborragia y el silencio contemplativo irrumpe en la incipiente escena amorosa la cita esperada: una mujer mayor y diferente a las fotos. Rápidamente el dúo deviene trío, no tanto por la voluntad del grupo sino por las circunstancias espaciales y personales que impiden cualquier intimidad de a dos, y entre piropos y preguntas se develan los miedos, los gustos y los secretos que una pantalla de celular habilita pero que la realidad carnal pone en tela de juicio y transforma. Mini Bar es, tal como su título y el espacio escénico lo atestiguan, una obra pequeña pero sabrosa, un bocado que abre el apetito y construye el terreno para las carcajadas y el debate sobre las etiquetas y los gustos definidos de antemano como si de casilleros estancos se trataran. Los textos y la performance descontracturada del trío cocinan un finger food teatral rico y casero, un canapé que rompe con pocos artilugios las reglas amargas de la cotidianidad para abrirle paso a una risa desbordada que augura un terreno de aventuras desconocidas.
Domingos de abril a las 18 y 19 en Milion Bar, Paraná 1048