14.30: Pink Flamingos (John Waters, Estados Unidos)
Pink Flamingos es, quizás, la más icónica de las películas del invitado central de esta edición del Bafici. Una obra maestra del asquerosología en el mejor sentido del neologismo. Que aún haya entradas disponibles es una suerte de pequeño error cósmico que bien vale aprovechar.
Gaumont.
15.15: El bueno, el malo y el feo (Sergio Leone, Italia)
Film indispensable para los amantes del buen western (perdón, del buen cine), El bueno, el malo y el feo es uno de los puntos más altos del género, que Leone además manejó como pocos. En el meollo de todo eso, una historia eterna, la actuación inmortal de Clint Eastwood y la música de Enio Morricone.
Village Caballito, sala 7.
16.00: Mekong- Paraná: los últimos laosianos (Ignacio Javier Luccisano, Argentina)
Dos laosianos escapan a la guerra en su país y terminan en el clima que la intuición podría suponer más parecido a su país en el sudeste asiático: la ciudad de Paraná. Luccisano ofrece un retrato encantador de dos seres humanos obligados a reinventarse en la otra punta del (su) mundo.
Village Recoleta, sala 2.
18.30: Canción de granito (Pat Collins, Irlanda)
Joe Heaney se hizo famoso cantando folk irlandés a capella, primero en su país natal, luego en la vecina Escocia y finalmente en Estados Unidos. Collins ahonda en su figura con material de archivo y algunas entrevistas. Y lo que se escucha no es inglés: es gaélico.
Artemultiplex Belgrano, sala 3.
18.40: Los rubios (Albertina Carri, Argentina)
Los rubios es una de las películas fundamentales de Carri por muchos motivos: por su guión, por sus elementos formales, por todo lo que deja implícito sobre las posibilidades del cine como recurso para la memoria, la identidad y la justicia. Porque en reconstruir la historia de “los rubios”, Carri reconstruye su propia historia y se reconoce parte de la Historia, con mayúsculas, de la Argentina.
Village Recoleta, sala 4.
20.30: Viajero de la violencia (Ujicha, Japón)
Esta edición del Bafici cuenta no con una, sino con dos films animados en su competencia oficial internacional. Viajero de la violencia parte de papeles y dibujos troquelados para contar una historia llena de vísceras, demencia y con el fin del mundo esperando en el próximo plano-secuencia.
Village Recoleta, sala 8.