Mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, defendía ayer el ataque de Francia, EE.UU. y Reino Unido en Siria ante el pleno de la Eurocámara, la Asamblea Nacional de Francia daba media sanción a su proyecto para reformar el sistema ferroviario del país en vísperas de la séptima jornada de huelga en el sector.
El proyecto busca rebajar los costos para que la empresa pública de ferrocarriles SNCF sea más competitiva, entre otras cosas eliminando ventajas para los futuros empleados. Además, La SNCF prevé anular dos de cada tres trenes de alta velocidad, tres de cada cuatro interurbanos clásicos y tres de cada cinco regionales.
A comienzos de abril, la iniciativa del gobierno desató protestas del gremio con un plan de huelgas que se mantendrá hasta junio: los sindicatos tienen previsto parar dos días y trabajar tres hasta entonces. Así, se prevén protestas para hoy y mañana.
Los diputados del partido de Macron junto a la oposición centrista y conservadora apoyaron el plan del gobierno, que salió adelante con 454 votos a favor y 80 en contra, de los legisladores socialistas, comunistas y los izquierdistas de La Francia Insumisa. Ahora, el proyecto deberá ser aprobado por el Senado para convertirse en ley.