El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó ayer que su gobierno ha tenido contactos directos y “a niveles extremadamente altos” con el régimen del líder norcoreano Kim Jong-un, con quien el mandatario tiene previsto reunirse en mayo o junio.
“Hemos empezado a hablar con Corea del Norte directamente, a niveles extremadamente altos”, afirmó Trump en presencia del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, con quien se reunió en su club privado de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida. “Corea del Norte está acompañando”, dijo Trump en tono confiado al reunirse con Shinzo Abe. “Corea del Sur se está reuniendo y tiene planes de reunirse para ver si puede terminar la guerra, y tiene mi bendición en eso”, dijo Trump. “La gente no se da cuenta de que la Guerra de Corea no ha terminado. Está ocurriendo ahora mismo. Y ellos están discutiendo para ponerle fin”.
Trump parecía confirmar así que las conversaciones entre Corea del Norte y del Sur previstas para el 27 de abril podrían abordar el tema de un posible tratado de paz, que sería un importante reemplazo al armisticio firmado en 1953.
Trump y Kim tienen previsto protagonizar la primera reunión en la historia de Estados Unidos y Corea del Norte en mayo o junio, según dijeron ayer funcionarios estadounidenses en un encuentro con la prensa. El mandatario estadounidense, sin embargo, precisó un poco más la fecha y dijo que se reunirá con Kim “al principio de junio o antes de eso, asumiendo que todo salga bien”.
Todavía no se ha determinado dónde se producirá la reunión entre los dos líderes, aunque es posible que tenga lugar en la militarizada frontera entre las dos Coreas, puesto que ese será el escenario del encuentro el próximo 27 de abril entre Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
“Existe una gran oportunidad para resolver un problema mundial”, afirmó Trump en referencia a su futura reunión con Kim.
Por su parte, tras la reunión y en declaraciones a la prensa, Abe felicitó a Trump por el diálogo con Pyongyang y aseguró que “la postura” y “la convicción inquebrantable” del mandatario estadounidense han provocado un “cambio importante” en el comportamiento del líder norcoreano.
“Desde los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, en Corea del Sur, hemos observado un cambio importante en términos del comportamiento de Corea del Norte. Y el trasfondo de este cambio es la convicción inquebrantable de Donald, así como la determinación que demostró al abordar el tema de Corea del Norte”, dijo Abe.
“Así que –continuó– su postura ha hecho posible lograr este gran cambio”.
El actual deshielo protagonizado inicialmente por las dos Coreas comenzó, precisamente, durante los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en la ciudad surcoreana de PyeongChang.
De momento, Corea del Sur y China, aliado histórico de Corea del Norte, han asumido el protagonismo previo en las cumbres previstas con Pyongyang, lo que ha dejado en un segundo plano a Tokio, donde el gobierno de Abe siempre se ha mostrado escéptico respecto al diálogo con el Norte.
Por ello, durante sus encuentros estos días con Trump, Abe busca garantías de que Estados Unidos tendrá en cuenta la seguridad de Japón cuando se reúna con Kim.