Once legisladores de la comisión de derechos humanos del Senado brasileño visitaron al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, detenido desde el 7 de abril por corrupción. Los legisladores anunciaron que reclamarán que sea revertido el aislamiento en el que se encuentra en una sala de la sede de la Policía Federal en Curitiba, sur de Brasil.
“No es un preso común, Lula es un preso político que termina siendo el principal candidato en preferencia electoral, un caso único en la historia de Brasil. Es un hombre de 72 años que no puede estar así de aislado”, dijo el senador João Capiberibe, del Partido Socialista Brasileño.
Los senadores visitaron durante casi una hora al ex presidente, que se encuentra en una sala acondicionada como celda. Primero, el grupo recorrió las instalaciones de la cárcel de la Policía Federal, donde se encuentran otros 20 prisioneros, algunos de ellos por la causa Lava Jato, como el ex ministro Antônio Palocci y el contratista Léo Pinheiro, de OAS, quienes incriminaron a Lula ante el juez Sérgio Moro.
“Lula nos dijo que el arma que tiene es su inocencia. Está sometido a un régimen de aislamiento y vamos a pedir que se le cambie el régimen de visitas, es un ex presidente de la república que está preso injustamente”, dijo la senadora Gleisi Hoffmann, titular del Partido de los Trabajadores (PT). La dirigente clasificó la situación de Lula como un régimen de excepción por el hecho de que la Justicia no autoriza al ex mandatario a recibir visitas de sus amigos. Más tarde, Hoffmann informó que el pasaporte, ropas, cartas y otros objetos de Lula, que estaban dentro de un automóvil habían sido robados en Curitiba, cuando los abogados del ex mandatario los estaban trasladando. Entre las pertenencias había ropa limpia para entregarle al líder del PT.
La reunión fue autorizada por la jueza de ejecución penal Claudia Lobbe y fue la primera desde que Lula está detenido para cumplir una condena de 12 años y un mes de prisión por supuestamente haber recibido un departamento en forma de soborno. Los senadores dijeron a la prensa tras la visita, que Lula limpia su sala, hace ejercicios, lee y responde cartas.
“Lula estaba tranquilo, está conciente de su inocencia ante la historia y el pueblo brasileño. Incluso nos pidió que no dejemos de luchar, expresó su preocupación por el desempleo actual, la falta de normalidad en el país como un todo. Un hombre de Estado”, dijo el senador Paulo Paim. “El ex presidente Lula estaba altivo, con coraje”, aseguró Paim.
En un acto con el millar de manifestantes que acampan cerca de la sede de la policía federal de Curitiba, el senador Capiberibe afirmó que Lula es un preso político porque, dijo, no hay preso común que tenga el 35 por ciento de intención de voto. “Me dejó impresionado, él afirma que cree todavía en la Justicia. Que su única arma es comprobar su inocencia y que el la comprobará. Pidió que creamos que se hará justicia”, dijo Capiberibe.
La senadora Regina Sousa, también del PT, se dirigió a los acampantes: “Ustedes no saben lo bien que le hace (a Lula el saludo de ‘buen día’ entonado por los manifestantes ante el predio). Si la policía los viene a sacar, ustedes pretendan que se van, pero vuelvan”, afirmó la legisladora.
“Nos pidió que no lloremos, psicológicamente está bien, emocionalmente está bien”, dijo, en tanto, la senadora Lídice da Mata. Por su parte, el legislador Lindbergh Farias dijo que Lula había terminado de leer un libro del sociólogo Jessé de Souza, y que ahora había empezado la lectura de Homo Deus, de Yuval Noah Harare.