El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó ayer que el ex jefe de la CIA se reunió en secreto con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y dijo que “se formó una buena relación” de cara a la histórica cumbre, impensada meses atrás, que planean los mandatarios de los dos países.
La noticia del encuentro entre Kim y Mike Pompeo –que ha sido nominado por Trump como próximo secretario de Estado– es la señal más fuerte hasta ahora de que la cumbre se realizará, así como la más reciente de varias revelaciones del presidente estadounidense que parecen presagiar un punto de inflexión en un largo conflicto. “Mike Pompeo se reunió con Kim Jong-un en Corea del Norte la semana pasada. La reunión fue muy relajada y se formó una buena relación”, tuiteó Trump, en otra vuelta de tuerca a una tortuosa relación que incluyó una guerra a mediados del siglo pasado y que se agravó con la disputa por el programa nuclear norcoreano, hace 15 años.“Los detalles de la cumbre están siendo resueltos ahora. La denuclearización será una gran cosa para el Mundo, pero también para Corea del Norte”, escribió Trump desde su club social de Florida, donde desde ayer recibe al primer ministro de Japón, Shinzo Abe.
Ni Trump ni la Casa Blanca dieron detalles sobre lo discutido, y sigue sin haber una confirmación oficial de que realmente haya un acuerdo definitivo en torno a una cumbre. El presidente estadounidense dijo anteayer que había contactos entre ambos gobiernos a niveles “extraordinariamente altos”, y que cinco lugares estaban bajo consideración para el encuentro, previsto para principios del mes próximo. La primicia del encuentro entre Pompeo y Kim fue dada anoche por el diario The Washington Post. Trump dijo que la reunión fue la semana pasada, pero el periódico aseguró que fue el fin de semana de Pascua.