Se realizó ayer el sepelio de las cuatro víctimas del cuádruple femicidio de Santa Fe y Sauce Viejo. El de tres de ellas, Gustavo y Camila Dusso, y Claudia Oliva –padre, hermana y madre de Romina Dusso–, tuvo lugar en Santo Tomé. Mientras que el de Nicolás Estrubia, pareja de Oliva, en San Justo, cien kilómetros al norte de la capital santafesina.
Integrantes del colectivo NiUnaMenos, de Santa Fe, confirmaron que Romina pidió ayuda al Estado santafesino en tres ocasiones, y que no fue oída. La primera hace dos años, luego en marzo pasado y la más reciente, el viernes, luego de ser golpeada por Marcos Feruglio, su ex pareja. El fiscal a cargo, Andrés Marchi, no consideró necesario activar sobre el agresor “porque se habían separado y ella estaba resguardada en lo de su padre”, dijo María del Carmen Carranza, de la ong Generar, especializada en violencia de género. El gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, cabeza visible del Estado provincial, sacó sus conclusiones: responsabilizó a la justicia, y consideró que “estamos frente a fenómenos”.
Ayer, en el sepelio en Santo Tomé estuvo presente Romina Dusso, la ex pareja de Feruglio, quien resultó herida en el departamento de su padre, en Santa Fe. Además, participó María Noelia Huss, pareja del padre de Romina, también herida en el ataque.
La madre de Feruglio, Marcela Asensio, escribió una carta en su muro en Facebook: “Mi dolor fue inmenso, creo morir también, no podía creer lo que veía. Jamás en la vida pensé pasar por algo semejante!!! Quién se prepara para esto???”.
Si del lado de las víctimas y sus familiares, y de la familia del femicida, buscaban explicación al odio misógino, del lado del Estado, el gobernador Lifschitz consideró que “estamos frente a fenómenos, no digo que sean nuevos, pero que han ido escalando.” Responsabilizó a la Justicia y admitió que “habrá que ver, después, qué otras cosas pudieron haberse hecho y no se hicieron en esta oportunidad.”
Paula Spina, directora del Area de la Mujer de la capital provincial, aseguró que recién fueron informadas y tomaron contacto con Romina Dusso después del cuádruple femicidio. Y que en esa oportunidad, le entregaron un botón antipánico por posibles represalias. “Nos dijo que lo había denunciado el día anterior (por el viernes) en la comisaría de Santo Tomé; en la última Semana Santa y hace dos años en una comisaría de la ciudad de Santa Fe. Ahora tenemos que chequear si efectivamente le tomaron las denuncias, o si se hizo una mera constancia. Ella pidió ayuda al Estado en tres oportunidades”.
“Esto pasa porque no tienen en cuenta las denuncias”, dijo a PáginaI12 María del Carmen Carranza, secretaria de la Asociación Civil Generar, especializada en violencia de género, que integra el colectivo NiUnaMenos de Santa Fe. Carranza confirmó que la fiscalía que recibió la denuncia (a cargo de Andrés Marchi) no ordenó medidas de restricción. “El fiscal consideró que estaban separados y que como ella (Romina) se refugió en la casa del padre, no había motivo para ordenar una protección especial porque estaba resguardada.”
Mientras, los fiscales Jorge Nessier y Cristina Ferraro, a cargo de la investigación, intentaban reunir pruebas que confirmaran la responsabilidad de Feruglio en los crímenes de Oliva y Estrubia. Un vocero judicial aseguró que “hay indicios fuertes y claros” de la responsabilidad penal de Feruglio en todos los crímenes y que “es el actual trabajo, contrarreloj, de los fiscales para ampliar los cargos antes de la audiencia de prisión preventiva” convocada para mañana.
Desde las organizaciones feministas, que acompañan a las víctimas sobrevivientes en el proceso judicial, subrayan que la causa debería ser caratulada como tentativa de femicidio (en perjuicio de Romina Dusso) y “cuatro homicidios vinculados” al intento de femicidio. La Mesa NiUnaMenos Santa Fe convocó para mañana a las 8.30 ante los Tribunales con la consigna #SINOHAYJUSTICIA #HABRAESCRACHE.