La organización Xango, defensora de los derechos humanos de afroargentinos y migrantes africanos, presentó ante la Justicia local y ante un funcionario de la ONU, una denuncia por “el accionar represivo permanente” de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, centrada en la persecución de los vendedores ambulantes senegaleses. La presentación hizo referencia puntual a un operativo realizado el fin de semana en el barrio de Flores, con la participación de unos 300 agentes que “golpearon, esposaron y detuvieron” –en algunos casos por más de 36 horas– a 28 senegaleses, cuatro peruanos y dos argentinos. En el caso de los argentinos, una docente de La Matanza y un joven de 22 años que salía del trabajo, las detenciones fueron por “salir en defensa de vendedores senegaleses que fueron golpeados y esposados por los policías”. La docente y el joven también recibieron golpes durante su detención. Xango afirmó que hará responsable al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por “la integridad física y la vida” de ese grupo de migrantes.
La agrupación Xango calificó el accionar policial de “racista, xenófobo y violatorio de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes”. El operativo policial fue realizado el sábado 14 sobre la calle Avellaneda, en el barrio de Flores, “en forma discrecional y arbitraria”, incluso en el caso de las personas que “intentaron mediar y generar instancias de diálogo que evitaran la violencia”. Los detenidos fueron trasladados a la comisaría 50ª y a la alcaidía de la seccional 13ª. Cuando fueron llevados a los calabozos “los mantuvieron esposados y precintados, y durante muchas horas se los privó de agua, comida y acceso a los sanitarios”.
En la noche del sábado, concurrieron a esas dependencias referentes de Xango, acompañados por el diputado nacional Horacio Pietragalla, quien le dijo a PáginaI12 que el accionar policial había comenzado el jueves y el viernes anterior. “Lo del sábado fue un megaoperativo para impedir la venta ambulante de los senegaleses, pero también detuvieron a una mujer, una docente que se solidarizó con los vendedores y trató de evitar que los siguieran golpeando”. El diputado de La Cámpora consideró que lo ocurrido “va de la mano de la política del gobierno de Mauricio Macri, que lleva a estas acciones racistas, discriminatorias, en perjuicio de jóvenes que, en muchos casos, tienen títulos universitarios que no pueden validar en la Argentina y tienen que salir a vender para sobrevivir”.
Pietragalla afirmó que la Policía de la Ciudad “en este marco sale a realizar operativos de ‘seguridad’ que implican violaciones de los derechos humanos en contra de personas migrantes que son detenidas por ‘portación de cara’, al punto que se han llevado a una persona nacida en Jujuy porque ‘parecía boliviana’, como si ser boliviano significara un delito”. La mayoría de las personas fue detenida cerca del mediodía del sábado y en algunos casos recuperaron su libertad recién en la madrugada del lunes.
María Barreto, la docente que fue detenida, sólo había intentado evitar que la policía siguiera golpeando a los vendedores ambulantes y como toda respuesta, ella sufrió el mismo trato. La llevaron detenida, esposada y con marcas en el cuerpo producto de los golpes recibidos. Estuvo más de 24 horas alojada en un calabozo de la comisaría 13ª, según hizo saber su yerno en su cuenta de Twitter. “Luego de estar doce horas detenida, no le daban ninguna respuesta y la tuvieron un día entero, toda marcada, con frío y con hambre”. Un vocero de la organización Xango le dijo a este diario que vieron “cuando la dejaron en libertad, llorando, golpeada, sin entender la razón por la que tuvo que pasar ese calvario”.
Un referente de ese organismo de derechos humanos le dijo a PáginaI12 que lo que ocurrió el sábado “es lo mismo que viene sucediendo desde hace mucho tiempo”, sobre todo en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires. “Los sacan de la calle porque son migrantes y porque son negros, y los mismos policías son los que utilizan ese argumento”. En este sentido, precisó que durante el megaoperativo en la calle Avellaneda “el insulto de los policías se repetía a cada rato: ‘Negro de mierda, por qué no te vas a vender a tu país’”. Los operativos son permanentes, en Flores, Liniers o plaza Once, pero también se repiten en el sur del conurbano, sobre todo en Lanús, donde la policía local y las cuadrillas municipales desalojan de la peatonal 9 de Julio “sólo a los senegaleses”.
Los vendedores de esa nacionalidad, ante la aparición de vehículos oficiales, escapan llevándose la mercadería que muchas veces les es retenida o directamente sustraída, como pudo observar más de una vez PáginaI12 en las cercanías de la estación ferroviaria de ese partido.
En la ciudad de Buenos Aires, “los operativos se realizan sobre todo en las calles Avellaneda o Bogotá, contra chicos que no tienen otra alternativa que salir a vender para pagar el alquiler y la comida diaria”, comentó el referente de Xango. “Están obligados a trabajar, a pesar de todo, porque la única alternativa ‘legal’ que les había dado en su momento el gobierno porteño era que trabajaran en una zona de Once muy alejada del lugar donde circula la gente, de manera que allí no tenían ninguna posibilidad de hacer sus ventas para subsistir”. Los detenidos recibieron el apoyo de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y de la Defensoría General de la Nación, organismos que se presentaron en los lugares de detención para interesarse por la situación de los agredidos.
Ante lo sucedido, Xango denunció en la Justicia que se trata de “un accionar sistemático contra los ciudadanos senegaleses por parte de la Policía de la Ciudad que fue denunciado ante Nils Melzer, relator especial sobre tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes de la Organización de las Naciones Unidas” que se encuentra en Argentina. La Agrupación Xango también llevará la denuncia ante el Comité Nacional contra la Tortura, recientemente constituido.
Xango reclamó “el fin de la política represiva como única respuesta ante la necesidad de inclusión laboral de los migrantes senegaleses” y advirtió que “la cacería, persecución y violencia policial xenófoba y racista es una práctica que debe cesar” porque de lo contrario “haremos responsable al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta por la integridad física y la vida de los migrantes senegaleses”.