El Grupo de Bandera, compuesto por Aerolíneas Argentinas y Austral, inició su mutación hacia el negocio low cost, como una manera de sobrevivir a la fuerte competencia que generó el arribo de estas compañías en el negocio aerocomercial argentino. El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell´Acqua, anticipó ayer que la empresa comenzará a cobrar por separado los servicios de a bordo, como hacen las compañías que ofrecen vuelos baratos y compiten en ruta con Aerolíneas. “Tenemos que copiar lo bueno que tienen estas compañías y de esa manera optimizar los recursos de la empresa”, dijo Dell´Acqua al argumentar sobre los cambios, en una conferencia de prensa brindada en el marco del World Trade & Travel Council 2018.
Analistas y gremios habían alertado sobre la degradación del negocio aerocomercial a partir de la llegada de empresas low cost, con rutas y frecuencias que se solapan con las que tiene la línea de bandera. Sin mucho margen para competir en precios, Dell’Acqua adelantó la posibilidad de que se copie esa estructura de negocios, en la cual se cobra por separado del pasaje la comida a bordo, el equipaje y distintos servicios hoy incluidos en el precio total.
El directivo sostuvo que “la empresa no dejará de ser una línea de bandera ni adoptará todas las modalidades de las low cost, ya que no es la meta de la compañía ni lo que piden los pasajeros”. También adelantó que en poco tiempo los vuelos internacionales contarán con una “clase premium” y ejemplificó con lo que “ya está haciendo la mayoría de las principales líneas aéreas del mundo”.