La audiencia pública no vinculante que se realizó ayer para analizar los aumentos en el servicio del subte confirmó la pretensión de la empresa de ajustar el precio del boleto en un 66,7 por ciento escalonado. La estatal Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) presentó el nuevo cuadro tarifario que llevaría el servicio desde los 7,50 pesos actuales a 11 pesos a partir del mes próximo y a 12,50 en junio. Por su parte, la tarifa del Premetro aumentará 60 por ciento desde los 2,50 pesos actuales a 4 pesos en mayo y sin la posibilidad de acceder al descuento por cantidad de viajes. El aumento, que se suma para el bolsillo de los trabajadores a los de luz, gas, agua, combustible, colectivos, alimentos, prepagas y colegios, entre otros, fue resistido por la mayoría de los 30 expositores que acudieron al Centro Cultural Adán Buenosayres. El defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad, Gabriel Fuks, se pronunció en contra del aumento a 12,50 pesos y a favor de la estatización del servicio. Roberto Pianelli, de los Metrodelegados, aseguró que lo único que se hizo hasta ahora con el servicio “fue maquillar, y maquillar mal”.
La audiencia se iba a realizar el 6 de marzo pasado, pero fue pospuesta debido a un recurso de amparo presentado por los diputados Myriam Bregman y Patricio del Corro (Frente de Izquierda), junto al metrodelegado Claudio Dellecarbonara. Se trató de un mero trámite administrativo, ya que la audiencia es obligatoria pero no vinculante, con lo que sólo permitió anticipar un nuevo aumento del servicio.
En ese momento el objetivo de la administración de Horacio Rodríguez Larreta era llegar a mayo con una tarifa de 12,50 pesos, pero la dilación judicial postergó en un mes ese precio final. Según el gobierno porteño, la tarifa técnica, sin subsidio, debería ubicarse en 18 pesos. La última modificación había sido en octubre de 2016, cuando lo llevó de 4,50 pesos a los 7,50 actuales por pasaje. En este servicio se mantendrá el descuento por cantidad de viajes, computables con los viajes en línea de colectivo y tren. El servicio de Premetro, en cambio, no queda incluido en la Red Sube.
Funcionarios porteños y representantes de la empresa destacaron las supuestas mejoras en el servicio y aseguraron que, como resultado de una encuesta que realizaron entre pasajeros, la valoración del servicio es muy buena. “No muestran el plano de la red de subtes porque, al menos, tienen vergüenza”, dijo Pianelli, en referencia a la escasa penetración del servicio.
Desde que el gobierno porteño asumió el control del subte, en enero de 2012, la tarifa trepó hasta ahora un 581 por ciento (de 1,10 a 7,50 pesos) y la suba llegará al 1036 por ciento cuando el pasaje alcance el valor final de 12,50 en junio. La presidenta de la Auditoría de la Ciudad, Cecilia Segura, consideró que “si el Gobierno quiere combatir la inflación, no debería haber pautado aumentos de las tarifas por encima del 15 por ciento”. “La administración porteña habla de actualización de costos, pero en realidad, está subsidiando la rentabilidad de la empresa concesionaria con el bolsillo de los usuarios del subte”, agregó Segura. El legislado Mariano Recalde (Unidad Ciudadana) coincidió en que el aumento propuesto por Sbase del 66 por ciento es “un robo más al bolsillo de los trabajadores para beneficiar a un pequeño grupo de empresas”.