Al menos tres muertos y unos 45 heridos dejaron hasta ayer los hechos de violencia registrados en las últimas horas en Nicaragua, donde la Policía disolvió a balazos protestas contra una reforma al Seguro Social, informaron fuentes oficiales.
En Managua, donde la noche del jueves los pobladores hicieron sonar cacerolas en señal de apoyo a las protestas, grupos de vecinos salieron ayer a las calles y céntricas rotondas para apoyar a los estudiantes, que protestan desde hace tres días. En la capital y las principales ciudades del país cientos de policías antimotines fueron desplegados para sofocar cualquier nuevo “plantón” de ciudadanos, mientras tres universidades importantes están ocupadas por manifestantes y rodeadas por policías.
La víspera, dos jóvenes y un agente policial murieron a consecuencia de incidentes de violencia, según informó la Policía, que culpó de los hechos a “grupos de vándalos”. El estudiante Richard Pavón Bermúdez murió tras recibir dos balazos en el cuello en la localidad de Tipitapa, al norte de la Managua, mientras que el oficial de policía Hilton Rafael Manzanares recibió un disparo de escopeta en las cercanías de la Universidad Politécnica. En la misma zona falleció Darwin Manuel Urbina, que era trabajador de un supermercado, según informó la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo.
Las protestas las protagonizan jóvenes y ancianos que se oponen a una reforma al sistema de pensiones decretada por el gobierno, a fin de cubrir un déficit de 75 millones de dólares en el Seguro Social. La reforma aumentará hasta en un 22,5 por ciento las cotizaciones de más de 700.000 empleados formales y en cinco por ciento las de los jubilados, lo que generó airadas manifestaciones de estudiantes autoconvocados, que que chocaron violentamente con activistas afines al gobierno.
La secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por el uruguayo Luis Almagro, llamó hoy “a esclarecer los crímenes” que han tenido lugar en Nicaragua. En un breve comunicado emitido por la OEA en Washington, donde tiene su sede, la secretaría general aseguró que sigue con “preocupación” los episodios de violencia de las últimas horas en el país centroamericano. Condena “todo tipo de “violencia”, incluidos los “asesinatos” de dos civiles y un subinspector de polícía. “Al mismo tiempo, hace un llamado a la paz, al respeto de la institucionalidad y a esclarecer los crímenes cometidos”, señala el texto. También la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó ayer su “profunda preocupación” por la muerte de los tres jóvenes y llamó al gobierno de Nicaragua a respetar el derecho de expresión y movilización.
En nota de prensa publicada en el sitio web de la entidad, la portavoz de la ONU, Liz Throssell, instó al Estado nicaragüense a “cumplir sus obligaciones internacionales (y) garantizar que las personas puedan ejercer libremente sus derechos a la libertad de expresión y a la libertad de reunión pacífica y asociación”.
Criticó además los ataques sufridos por diez periodistas el primer día de incidentes en Managua, el pasado miércoles, y consideró “preocupante que varios canales de televisión que estaban cubriendo los hechos hayan sido cerrados por el gobierno”.
Aunque tres televisoras volvieron al aire el jueves, el canal 15 - 100 por ciento Noticias, sigue cerrado. Su director general, Miguel Mora, denunció que el gobierno lo emplazó a dejar de transmitir noticias sobre la protesta a cambio de autorizar su regreso al aire, condición que el comunicador rechazó. Además de la queja de la oficina de derechos humanos de la ONU, la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas, rechazó los “ataques brutales contra personas que se manifestaban pacíficamente y periodistas que cubrían la protesta”. “Esto representa un intento flagrante e inquietante de restringir sus derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica. El Estado debe poner un fin inmediato a todos actos de agresión en contra del público y la prensa, y realizar una investigación expedita, imparcial e independiente para llevar ante la Justicia a todos los responsables de estos siniestros ataques”, afirmó.
El jueves, Murillo condenó lo que llamó “crímenes de odio” y pidió castigo para los responsables. Murillo fustigó a los universitarios que participaron en las protestas señalando que son jóvenes “manipulados” por “grupos tóxicos”.