Un nuevo recorte de personal en el Estado, llevado a cabo esta vez por el Ministerio de Agroindustria, se cobró ayer 330 puestos de áreas sensibles, como agricultura familiar, comercio exterior y estatus fitosanitario. Desde el organismo que conduce el ex titular de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, confirmaron a PáginaI12 que esa cifra corresponde apenas a las áreas dependientes de la administración nacional. “Los despidos involucran un 50 por ciento de trabajadores de Capital Federal y otro 50 por ciento del Interior del país”, señaló un vocero de Agroindustria.
El Ministerio ya había reducido en los últimos dos años en 700 puestos su plantilla de personal y ahora se sumó una poda sobre casi el 10 por ciento de la nómina actual (3500 empleados). Los gremios advierten que la misma suerte correrían trabajadores de organismos descentralizados (INTA, Senasa, Inase-Inidep y el Instituto Nacional de Vitivinicultura), pudiendo elevarse la cifra de despedidos a 958, y se declararon “en estado de alerta y movilización”. Etchevehere dispuso el jueves, mientras se completaba la tanda de telegramas, asueto general en la sede de Paseo Colón y Azopardo y encargó un operativo policial para custodiar el edificio central.
Como sucede con otras dependencias oficiales, Agroindustria adelantó que aceleraría el ajuste para lograr un ahorro presupuestario. La semana pasada había confirmado que la expectativa para este año era lograr una reducción de 219 millones de pesos en el gasto bajo la órbita de Etchevehere. Desde esa dependencia resaltan el ahorro logrado con reducción en gastos de alquileres, contratos de servicios y flota de vehículos, pero el principal ajuste está vinculado con el personal.
Según reconoció un vocero oficial, recibieron un Ministerio con 4200 trabajadores y la cifra actual, sin descontar los 330 despedidos, es de 3500. A principio de año se achicaron de 20 a 8 las subsecretarías y de 211 a 138 los cargos políticos. El mes pasado el Ministerio también se desprendió de 84 trabajadores de la ex Unidad para el Cambio Rural (UCAR), que coordinaba los programas y proyectos cofinanciados con recursos externos. La mayoría fueron despedidos y algunos reubicados en otros organismos y provincias.
En esta “tercera etapa del plan de reestructuración”, como lo define el Ministerio de Etchevehere, se comenzó con 330 despidos pero los gremios calculan que llegarán a unos 950. Los primeros telegramas llegaron en la tarde-noche del jueves y se completaron ayer -aunque en el Interior los avisos de despidos arribaron a cuentagotas-, representando 9,5 por ciento de la plantilla.
Desde ATE-Agroindustria explicaron a este diario que se trata de trabajadores contratados bajo régimen de ley marco, una modalidad con características similares a personal de planta pero que difiere en la continuidad laboral, ya que se renueva todos los años. “Una particularidad de los despidos es que fueron aquellos trabajadores que menos ganaban pero tenían mayor antigüedad”, explicó a PáginaI12 Sebastián Rivera, delegado de ATE Capital en ese ministerio. Fuentes de Agroindustria afirmó que “no hubo un criterio único y quedó a discreción de secretarios, subsecretarios y directores, sobre la base del presentismo y el desempeño de los empleados”.
Desde el Ministerio evitaron adelantar cómo se replicará el ajuste en los institutos descentralizados. “En ningún momento se nos adelantó acerca de posibles recortes ni despidos en organismos como Senasa, Inase, INTA ni en el área de Agricultura Familiar”, informó la Federación Agraria, mediante un comunicado que hizo referencia a la última reunión de la mesa de enlace con Etchevehere. Sin embargo, los gremios adelantan que el recorte alcanzará a esos institutos e incluso a áreas sensibles dentro del propio Ministerio.
Hasta el momento las tres áreas de Agroindustria más afectadas por las cesantías son el Senasa, donde ya hubo 130 despidos a principio de año; y el INTA y Agricultura Familiar, en los que echaron a 160 trabajadores en 2016. “Son áreas de suma importancia para el organismo por sus funciones en relación al comercio exterior y el estatus fitosanitario. El primer embarque de limones a Estados Unidos requirió como último control al Senasa antes de partir a ese destino”, detalló a este diario un delegado de ATE Senasa. En esa secretaría, cuando se despidió a los 160 trabajadores, el Gobierno le había adelantado que estaba en carpeta una próxima poda con 380 puestos adicionales, sobre una plantilla total de casi 6000 empleados. Es por eso que el gremio confirmó un paro para este lunes, con asambleas por sector, a la espera de una reunión con el ministro Etchevehere.
A su vez, los 165 puestos que corresponden a trabajadores del Interior del país, comenzarán este lunes a recibir los telegramas. Estarían relacionados mayormente con el área de Agricultura Familiar, cuya tarea tiene “un pesos más específico” en las provincias”, detalló Rivera. “Más allá de que no tengamos el listado de los despedidos, sabemos que ya hay 330 de los 958 que van a haber”, confirmó a PáginaI12 Jorge Ravetti, secretario general de ATE-Senasa. Por su parte, Melina Zucchi, delegada de ese gremio en delegación que la Secretaría de Agricultura Familiar tiene en Catamarca reveló que el titular de ese ente descentralizado, Santiago Hardie, les confirmó durante una reunión “que iba a haber readecuaciones dispuestas por Modernización”.
La decisión de Etchevehere de decretar asueto hasta el lunes, cercar con policías el acceso a la sede del Ministerio y rechazar los pedidos de reunión con los delegados sumó tensión a la situación. “Lejos de calmar los ánimos y llevar tranquilidad, parecen estar empeñados en echarle más nafta al fuego”, criticó ATE a través de un comunicado.