En los últimos seis años 1200 millones de personas pasaron de manejarse exclusivamente en efectivo a tener una cuenta bancaria o un proveedor de dinero electrónico. El uso de los celulares y de internet, que se masificó en los países no desarrollados en la última década, generó este incremento notable en el uso del dinero digital. Los datos surgen del último informe del Banco Mundial sobre la situación de la inclusión financiera global y marcan una tendencia: los billetes y monedas serán exhibidos en los museos en las próximas décadas.
El relevamiento del Banco Mundial registra que el movimiento del dinero electrónico ya no es explicado exclusivamente por individuos o empresas con cuentas bancarias. Se anotó una fuerte expansión en la estrategia de las compañías Fintech que le permiten a la población realizar pagos y transacciones digitales sin necesidad de tener un banco. Son proveedores de dinero electrónico porque brindan una cuenta virtual que se asocia a un documento de identidad de la persona y se recarga como el saldo del celular (o tarjetas de transporte como la Sube). Los usuarios acceden a aplicaciones en el celular para enviarle la plata digitalizada a sus contactos o abonar en comercios.
El informe menciona que el uso del celular para realizar movimientos de dinero electrónico empieza a transformarse en la regla global. En China, el 40 por ciento de los adultos con una cuenta bancaria realiza transferencias desde su dispositivo móvil. Cientos de millones de chinos enviándose y recibiendo dinero con sólo hacer un click. Las economías africanas también llevan la delantera en este punto. Esto es porque en la mayoría de los países de África hay más personas con cuentas virtuales (es decir que la provee una Fintech) que con cuentas bancarias tradicionales. Es el caso de Burkina Faso, Chad, Gabon, Kenya, Mali, Senegal, Tanzania, Uganda y Zimbawe. La expansión de estas cuentas se aceleró fuertemente desde 2014.
La masificación de internet y de los celulares hizo posible esta revolución de los pagos. El documento del Banco Mundial estimó que un 79 por ciento de la población adulta de las economías no desarrolladas tiene teléfonos móviles, mientras que la cifra se eleva al 93 por ciento en los países desarrollados. 7 de cada 10 personas mayores de 16 años tienen celular en India, 8 de cada 10 en Brasil y 9 de cada 10 en China.
La conexión a internet, si bien se masificó en los últimos años, sigue siendo menor respecto al uso de teléfonos móviles. En los países desarrollados, el 82 por ciento de los adultos tiene celular con conexión a la red, mientras que en los emergentes la cifra desciende al 40 por ciento. La caída en el precio de la tecnología de teléfonos inteligentes con acceso a internet irá aumentando esta proporción y acelerará el cambio de época. Empresas gigantes como Google, Amazon y Facebook ya pusieron en marcha proyectos globales para acceder sin costo a servicios básicos de internet y apuestan por alcanzar el acceso universal.
En seis años se incorporaron 1200 millones de personas al uso de dinero digital y restan todavía incluirse a 1700 millones. La pregunta no es si el dinero en papel dejará de circular sino en cuánto. La serie española La Casa de Papel ayuda a pensarlo. Una de las protagonistas menciona con intuición aguda que están por robar en el corazón del sistema capitalista. En esa imprenta de euros de Madrid es donde se bombea la sangre que mantiene viva a la economía. La remake de esta serie deberá adaptar el libreto. No habrá bóvedas ni máquinas de tinta sino puras computadoras y líneas de código que generan variables para representar el dinero y almacenarlo en redes de servidores distribuidos a nivel global.