"Queremos que propongan algo", exigió Eduardo, el abuelo del adolescente de 14 años muerto el sábado tras un asalto en Flores, al entrar a la reunión con funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires pactada luego de masiva movilización de vecinos hasta la comisaría de ese barrio porteño, que fue tomada durante varias horas. Los familiares de la víctima y los vecinos anticiparon que si no reciben "respuestas positivas", realizarán una nueva marcha esta tarde.

La reunión con el ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, y distintas autoridades de la Ciudad, fue acordada anoche para calmar la protesta desatada anoche en la Comisaría 38ª de la Policía Federal, ubicada en Bonorino al 200, donde un grupo de personas provocó destrozos. Los vecinos y familiares de Brian Aguinaco se desligaron de esos hechos -en los que fueron detenidas varios jóvenes- y se lo atribuyeron a "personas que no son del barrio".

Antes de ingresar al encuentro con los funcionarios, el abuelo de la víctima anticipó que la postura será "escuchar" y no hacer propuestas, porque "qué propuestas podemos hacer nosotros que no somos especialistas" en materia de seguridad, aclaró.

"Queremos saber cómo se van a manejar con la seguridad, qué van a hacer con la gente de la villa y con el narcotráfico", enumeró el hombre, quien denunció que el barrio donde el sábado pasado el adolescente fue  baleado en la cabeza al intentar evitar un asalto "es zona liberada".

Además, advirtió que si durante esa reunión "no recibimos respuestas", esta tarde a las 19 concretarán una nueva movilización al Centro de Gestión y Participación (CGP) de la comuna 7 para volver a exigir la remoción de la cúpula de la comisaría 38°.

Los vecinos exigen el esclarecimiento del asesinato de Brian así como también el del médico Pascual Mollo, de 59 años, quien el sábado 10 de diciembre murió también durante un asalto.

Por otra parte, los familiares del adolescente se despegaron de los incidentes ocurridos durante la toma a la sede policial, donde hubo destrozos y pequeños incendios en partes del edificio. "Los que hicieron eso no son vecinos, son barras de los tres clubes del barrio. Viven ahí pero no nos representan", subrayó Eduardo.