Los centros de votación en todo Paraguay cerraron sus puertas a las 16 (las 17 en la Argentina) y seis horas más tarde con, más del 97 por ciento de las mesas escrutadas, el candidato del Partido Colorado gobernante, Mario Abdo Benítez se impuso con el 46,4 por ciento de los votos. Le siguió con el 42,7 por ciento el postulante de la centroizquierda, Efraín Alegre. En Paraguay no hay segunda vuelta electoral, por lo que el candidato triunfador sucederá al presidente Horacio Cartes. Aunque la diferencia fue inferior a la que habían pronosticado los encuestadores, el resultado de la elección nunca estuvo en duda, ya que el oficialismo se mantuvo al frente del conteo desde que la comisión electoral presentó su primer conteo, una hora después del fin del comicio, con poco más del diez por ciento de los votos escrutados.
Poco antes de que se cerraran las urnas, el jefe de campaña del Partido Colorado, Alberto Alderete, sostuvo en conferencia de prensa que los resultados estaban a la vista y las elecciones no ofrecían ninguna sorpresa. “Esta victoria por muy cantada no se puede celebrar con ensordecedores gritos, como un gol de Olimpia en una Final de Libertadores, por ejemplo”, dijo, por su parte, el senador colorado Juan Carlos Galaverna.
Más de cuatro millones de paraguayos estaban llamados a las urnas para elegir a su nuevo presidente y vicepresidente, además del Congreso y los gobernantes regionales. Los resultados dan también la victoria al Partido Colorado en la mayoría de los 17 departamentos del país, cuyas gobernaciones también están en disputa en los comicios.
Abdo Benítez y Alegre eran, de los diez contendientes a la Presidencia, los únicos que tenían posibilidades de gobernar el país los próximos cinco años. El aspirante del conservador Partido Colorado llevó como candidato a la Vicepresidencia a Hugo Velázquez, expresidente de la Cámara de Diputados.
Alegre lideró Ganar, una alianza opositora integrada por su partido, el Liberal, y por la concertación de izquierda Frente Guasu, que aportó a esa coalición la figura del periodista Leonardo Rubin como candidato a la Vicepresidencia.
En las elecciones también estuvo en juego la composición del Congreso (Senado y Diputados) y los escaños en el Parlasur (Parlamento del Mercosur). Los resultados del Congreso se conocerán dentro de una semana. La autoridad electoral estimó en un 67,5 por ciento la participación electoral, del total de 4.241.507 electores que estaban habilitados a votar.
La jornada transcurrió en general con tranquilidad, afirmó la jefa de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), la expresidenta costarricense Laura Chinchilla. “Ha sido un proceso bastante tranquilo; la organización está bien; teníamos algunas preocupaciones al principio, como la integración de las mesas electorales, pero se ha pasado la prueba”, dijo Chinchilla a periodistas en Asunción. sin embargo, la funcionaria criticó las encuestas a boca de urna. “Queremos subrayar algo que ya hemos recomendado en otros informes y que en esta ocasión desafortunadamente no se pudo sostener que es la importancia de dejar atrás la realización de las encuestas a boca de urna. Es una herramienta que a veces confunde al electorado”.
En tanto, el candidato oficialista Abdo fue ayer uno de los primeros en sufragar y lo hizo acompañado por su esposa, Silvana Abdo. El representante del Partido Colorado reiteró su compromiso con la democracia, en un intento por despegarse de su vínculo con la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), ya que es hijo del fallecido secretario privado del dictador, de quien heredó su nombre y fortuna. “Nadie puede dudar de mi compromiso con la democracia”, dijo, antes de visitar la tumba de su padre. “Marito”, como lo llaman para diferenciarlo de su progenitor, prometió que liderará “un salto para adelante” en Paraguay, donde casi una de cada tres personas vive en la pobreza o la extrema pobreza.
Por su parte, el candidato opositor Efraín Alegre, referente de los liberales, votó a media mañana y aseguró: “Yo voy a ser presidente de los paraguayos”. Alegre encabezó una amplia coalición que lideran el partido Liberal y el Frente Guasú del ex presidente Fernando Lugo (2008-2012). al caer la noche y ante la eminencia de la derrota su seguidores empezaron a abandonar el comando de campaña que la coalición había montado en el centro de Asunción, informó el diario paraguayo ABC Color. Algunos fueron a la casa del candidato a darle apoyo, otros optaron por retirarse a su domicilio y dar por terminada la jornada. Mientras tanto en el comando de campaña de “Marito”, también en Asunción, a esa hora la fiesta apenas comenzaba. En medio de cánticos y abrazos, todos esperaban la llegada del candidato.