Luego de dos derrotas consecutivas que sembraron dudas sobre el futuro inmediato del equipo, Boca encontró ayer con Pavón como abanderado de la lucha –que selló con un golazo, el tercero– y Abila como goleador oportuno una victoria por 3-1 en la Bombonera que le trajo tranquilidad de cara a la recta final de la Superliga, que a falta de nueve puntos en disputa continúa liderando ahora a seis de distancia de Godoy Cruz, su primera escolta, y a siete de San Lorenzo, el tercero.
En el comienzo del partido, Boca fue ese equipo flojo y de pocas ideas que en sus últimas presentaciones parecía desinflarse y llegaba al choque con los rosarinos alicaído. Tuvo mucho que ver con eso Newell’s, que eligió presionarlo arriba y con dos líneas de cuatro muy juntas achicarle también los espacios a los volantes xeneizes, que no conseguían asociarse para jugar la pelota segura.
Los rosarinos se animaron y por momentos controlaban la pelota y la movían de un lado al otro de la cancha. Así fue que a los 9 minutos contaron con el primer disparo más o menos serie contra el arco de Rossi, un centro de Fértoli que se fue cerrando y obligó al arquero a enviar al corner de un manotazo.
Entre los xeneizes, el que se destacaba era Pavón. Pero no encontraba compañía para terminar lo que iniciaba, sobre todo cuando se decidía a atacar a espaldas de San Román. Pasado el primer cuarto de hora, la producción ofensiva del puntero de la Superliga se limitaba a un remate con poco ángulo de Pavón que Ibáñez tapó sin mayores dificultades.
Newell’s siguió controlando el trámite y Fértoli volvió a tener una chance clara de gol, esta vez con un remate cruzado que se le fue apenas desviado.
Los hinchas les pedían a los jugadores que pusieran “más huevo” y el equipo seguía aparecer Boca. Sin embargo, Pavón pareció recoger el guante y con otra de sus apuradas por la izquierda logró ingresar al área con la pelota dominada y llegar hasta el fondo desde donde sacó un centro atrás preciso para que Wanchope Abila definiera con el arco de frente para abrir la cuenta, a los 27 minutos.
El gol animó al conjunto xeneize a asegurar la ventaja y diez más tarde, luego de una muy buena combinación entre Reynoso y Jara, éste sacó un centro que Abila aseguró de cabeza para el 2-0. Sin embargo, esa no iba a ser la última palabra hasta el descanso. Es que apenas un minuto después, Fértoli aprovechó una falla defensiva del local, pasó entre los centrales y fusiló a Rossi para conseguir el descuento.
En la cancha se pudo ver el enojo del entrenador xeneize con sus jugadores. Tevez, de poca participación en la primera mitad, trató de compensar con un buen remate que se fue apenas desviado en lo que era la finalización de jugada preparada cerca de la medialuna. Pavón, por su parte, seguía entregando todo por la causa y la gente se lo agradecía con gritos y aplausos.
Apenas arrancó el segundo tiempo, Tevez quedó mano a mano con Ibáñez, que se tiró al piso y rozó las piernas del delantero. Este, forzado, sacó un remate que dio en la red lateral del arco y tras fallar reclamó un penal que Pompei desestimó. Pero eso no importó mucho en la noche xeneize, que iba a terminar de coronar Pavón con una escapada fenomenal y una mejor definición de derecha para poner el 3-1, justo antes de que comenzara a llover en la Bombonera.
Entonces sí el Mellizo Guillermo eligió el pragmatismo y mandó a la cancha a Buffarini en lugar de Tevez, que había mostrado poco y ya parecía cansado, para intentar cerrar el partidos sin sobresaltos. Por el lado de la visita, De Felippe ya había hecho los tres cambios pero poco y nada pudo hacer frente a un Boca que, como sus hinchas, inflaba el pecho como si comenzara a saborear el campeonato.