River sigue con su racha de triunfos en el tramo final de la Superliga y, con varios suplentes en el once titular y otra gran actuación del arquero Franco Armani, dio cuenta del débil Arsenal, el primer conjunto descendido del campeonato, tras ganar 3-0 en el Viaducto. Exequiel Palacios, Claudio Corvalán en contra de su valla y el colombiano Juan Quintero, todos en los primeros 45 minutos, anotaron para el ganador. Desde que se impuso 4-0 a Godoy Cruz, en 2014, que el equipo millonario no convertía tres goles en una primera etapa. Con este resultado, los dirigidos por Marcelo Gallardo obtienen un cupo para la Copa Sudamericana 2019 y están a cinco puntos de Huracán, hasta el momento el último boleto para la próxima Libertadores.
En apenas 20 segundos, River –con sus referentes Leonardo Ponzio, Jonatan Maidana, Lucas Pratto y Gonzalo Martínez en las tribunas– tuvo su primera aproximación al arco. Esto de algún modo prenunció lo que padecería el conjunto de Sergio Rondina, que pretendió jugarle de igual a igual a un rival entonadísimo y con la autoestima por las nubes luego de ganar con autoridad la final de la Supercopa Argentina ante Boca, el mes pasado.
Sin embargo, Wilchez se iluminó, tiró un caño y alargó el pase a Chaves, quien resolvió mal. Enseguida, Palacios tuvo otra chance tras un desborde de Rojas. Sin ser vibrante, el partido era de ida y vuelta, porque el visitante estaba mal parado atrás, lo que hizo que primero Drocco y luego Antilef –mano a mano– probaran los buenos reflejos del arquero Armani.
Tocado en su orgullo, River decidió ser más profundo. Y obtuvo réditos a los 20 minutos, con una buena pared entre el uruguayo Mora y el chico Palacios que culminó con una gran definición de este último.
Aun en desventaja, Arsenal no se amilanó. Sobre la media hora, Mayada dejó venir a Alanís, quien de zurda estrelló su remate en el palo. Con poco, el local se animaba a empardar el trámite. Hasta que un corner ejecutado por el colombiano Quintero fue peinado de cabeza por Lollo –que volvía a jugar en Primera tras larga ausencia por lesión–, el balón rebotó en Corvalán y se tradujo en el 2-0 a favor de los de Gallardo. Enseguida, de un tiro de esquina mal ejecutado para Arsenal nació una contra fulminante comandada por Quintero, quien ante la desesperada salida del arquero Velazco abrió para Mora, éste cedió de nuevo al colombiano, que con el arco libre facturó el tercero de River y dejó a las claras la fragilidad del anfitrión en su última línea. Así las cosas, en apenas 45 minutos de juego, el equipo millonario se mostró sumamente eficaz para definir en cada llegada y al mismo tiempo cerró su valla con la seguridad que brinda su arquero.
En el complemento, el juego bajó su intensidad y devino ordinario. Recién a los 25 minutos el conjunto de Sarandí tuvo chances de descontar con un cabezazo del ingresado Germán Ferreyra, otro mano a mano que el gigante Armani resolvió ante el uruguayo Chaves y una trepada de Alanís cuyo remate salió al lado del poste. Enseguida, el colombiano Borré –quien había ingresado por su compatriota Quintero– tuvo el cuarto. Pero en realidad el partido, casi una práctica, había terminado hacía rato.