El electo presidente de Paraguay, el colorado Mario Abdo Benítez, atravesó ayer su primera jornada como mandatario electo sin el reconocimiento formal a su triunfo de la opositora alianza Ganar y con la mirada puesta en el reparto de bancas en el Senado, clave para las iniciativas que impulse el Ejecutivo, y que parecía encaminarse a un reparto en el que el oficialismo no tendría mayoría propia.
Ganar, la coalición que juntó al Partido Liberal y al Frente Guasú, entre otra decena de fuerzas, anunció que esperaría el conteo total de votos para reconocer el triunfo del Partido Colorado, aunque su candidato, Efraín Alegre, dijo que confiaba plenamente en la justicia electoral.
El recuento quedó clavado en el 99,67 por ciento de los votos, con una diferencia de más de tres puntos a favor del oficialismo, la menor ventaja en un triunfo colorado desde el fin de la dictadura de Alfredo Stroessner. En 1998, la Asociación Republicana Nacional (ANR, nombre oficial del coloradismo) sumó un 53,8 por ciento sobre 42,6 por ciento de la alianza de entonces entre el PLRA y el Encuentro Nacional; en el 2003 fue de un 37,14 por ciento sobre un 23,95 por ciento de los liberales, y 5 años después se dio la histórica caída del Partido Colorado a manos de la Alianza Patriótica para el Cambio: 41 por ciento de los votos sobre 31.
El 2013, el Partido Colorado retornó al palacio de López de la mano de Horacio Cartes, con un 45,83 por ciento de los votos, mientras que la unión de cuatro de partidos de oposición (PLRA, PDP, PEN y PSD) se quedó con el 36,92 por ciento.
“Vamos a ver las actas, falta aún el conteo oficial, para ver si se confirman los números de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP)”, dijo Cristian González, apoderado del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) citado por el diario asunceño Última Hora.
Ricardo Canese, dirigente del Frente Guasú, sostuvo a radio AM 750 de Buenos Aires que están convencidos de que hubo fraude. Y que impugnarán las actas que consideren irregulares.
Según el último dato oficial, el colorado Abdo Benítez superaba al liberal Alegre con 1.205.310 sufragios (46,6 por ciento) contra 1.109.309 (42,7 por ciento), y se contabilizaron 71.821 votos nulos y 62.052 votos en blanco, con un nivel de participación que fue del 61,40 por ciento del total del padrón.
Por otra parte, el titular del TREP, Jaime Bestard, explicó que aunque hubo reclamos de los partidos para que se avance en los números de los comicios de Diputados y del Senado, recién “en los próximos días” se empezará a dar detalles sobre la futura composición de las dos cámaras.
Los números extraoficiales que circulan, no obstante, muestran que el oficialismo no lograría mayoría propia en el Senado, por lejos la cámara más importante del Congreso local, que a partir de su renovación, además, tendrá sentados a tres expresidentes: Fernando Lugo, Nicanor Duarte Frutos y Horacio Cartes.
La cuestión de la mayoría es clave, porque toda la oposición unida podría impedir la jura de Cartes y Duarte Frutos, amparada en que la Constitución reserva a los ex mandatarios una banca vitalicia sin voto. Los dos –junto al ex vice Juan Afara– lograron ser candidatos a una plaza “activa” a partir de un fallo de la justicia.
Versiones de medios asunceños le daban a los colorados 18 bancas, 13 a los liberales 7 al Frente Guasú, 1 más o 1 menos según el medio, y dejaban las otras 7 en disputas entre Encuentro Nacional, los demoprogresistas, los democristianos, Unace -que pareció resucitar con la postulación del ganadero Fidel Zavala- y Hagamos. Donde sí festejó con contundencia el Partido Colorado fue en la pelea por las gobernaciones: se quedó con 13 de los 17 departamentos.