“El jazz rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia. El jazz es una forma de libertad de expresión. El jazz simboliza la unidad y la paz. El jazz refuerza el papel que juega la juventud en el cambio social. El jazz promueve la innovación artística, la improvisación y la integración de músicas tradicionales en las formas musicales modernas. El jazz estimula el diálogo intercultural y facilita la integración de jóvenes marginados...” Estas son solamente algunas de las razones por las cuales en 2011 la Unesco –la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura– estableció el International Jazz Day, que desde entonces se celebra cada 30 de abril en todo el mundo. Buenos Aires no es la excepción y este año tendrá un visitante de lujo para esa fecha: el magnífico saxofonista alto Antonio Hart, que hará dos shows en formato quinteto en el Be Bop Club (Moreno 364, República de San Telmo), el viernes 27 y sábado 28 a la 21 horas, y un tercero con una big band el lunes 30 a las 20 en la Sala Sinfónica el Centro Cultural Kirchner, con entrada gratuita.
“El Día Internacional del Jazz tiene por objeto fomentar y ensalzar el diálogo y el entendimiento entre las culturas a través de esta música, uniendo a personas y pueblos de todos los rincones del planeta”, dice la resolución de la Unesco. Tiene sentido entonces que todos los músicos que acompañen en estos conciertos a Hart sean argentinos, entre ellos algunos de los mejores de la escena local. El grupo que acompañará a Hart en el escenario rojo carmesí del Be Bop Club estará integrado por Ernesto Jodos en piano, Mariano Loiácono en trompeta, Jerónimo Carmona en contrabajo y Eloy Michelini en batería. A su vez, Jodos, Loiácono y Carmona estarán también el lunes en el concierto de la big band, a la cual se suman Gustavo Musso (saxo alto), Sebastian Loiácono (saxo tenor), Juan Presas (saxo tenor), Liana Catalano (saxo barítono), Franco Espíndola (trombón), Ramiro Penovi (guitarra), Ian Carl (batería) y Julia Moscardini (voz).
Nacido en Baltimore, estado de Maryland, en 1968, Antonio Hart es quizás el mejor saxo alto de su generación, un músico de una enorme trayectoria y una increíble versatilidad, que lo ha llevado a grabar con grupos y solistas de la más diversa extracción, desde sus registros iniciales junto a Dizzy Gillespie en 1992 hasta la orquesta de Gerald Wilson en los últimos años, pasando por sus colaboraciones con el trombonista Robin Eubanks, el pianista McCoy Tyner, el contrabajista Dave Holland y los trompetistas Terence Blanchard y Wallace Roney. De hecho, fue con otro trompetista, Roy Hargrove, con quien Hart comenzó a llamar la atención hace casi tres décadas, cuando participó de sus primeros tres discos, muy en la línea establecida por los Jazz Messengers de Art Blakey. Y el primero de los diez discos solistas de Hart, titulado justamente For the First Time (1991), contó con Hargrove como solista estrella.
Al momento de definir el sonido de Antonio Hart, no se puede dejar de mencionar que en su raíz está el de Julian “Cannonball” Adderley, el gran saxo alto que a fines de los años ‘50 logró una voz propia, apartándose tanto de la de Johnny Hodges como la de Charlie Parker, lo cual era abrir un camino completamente nuevo. Como “Cannonball”, Hart tiene un sonido muy blusero, siempre en la tradición del hard bop de los Messengers, incluso por momentos funky, pero sin caer jamás en las complacencias comerciales que suelen exigir las compañías grabadoras cuando un saxofonista tiene esa clase de swing.
Se puede precisar que se trata de un saxofonista fogoso, barroco incluso, con tendencia a los tiempos rápidos, incluso en aquellos temas como “I Can’t Get Started” o “Stars Fell on Alabama” (su caballito de batalla, en el que deja sentada incluso al día de hoy su admiración por quien diera su versión definitiva, “Cannonball”) que piden quizás más lirismo. Así como el hard bop es su cuna, se mueve igual de cómodo tanto en el be bop como en el latin jazz, como lo prueban unas jam sessions que circulan por Youtube y en las que Hart se lleva tan bien con el clásico “Anthropology” de Parker como con el grupo caribeño del pianista Hilton Ruiz. Y no deja de ser uno de los mejores elogios que la gran cantante Dee Dee Bridgewater lo haya convocado especialmente como solista estrella para su álbum This Is New (2002), dedicado por completo a la música de Kurt Weill. La banda era totalmente europea, con la sola excepción de Antonio Hart: “Le pedí que viniera a grabar a París porque amo el modo en que suena su saxo alto. Y en jazz, el sonido lo es todo”. Ese sonido será el que ahora se escuchará por primera vez en vivo en Buenos Aires.