"Hay que reconocerle a este Gobierno que tiene mucha habilidad para trasladarle el costo político de las medidas impopulares que toma a las provincias. Ya lo hizo con la reforma previsional, lo hizo con las tarifas el año pasado". Con esa frase el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, cuestionó la presión que el Gobierno ejerció sobre las provincias y municipios para que asuman los costos de la política tarifaria del Poder Ejecutivo a través de la disminución de impuestos locales.
Lifschitz también apuntó contra la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, que complació la orden del gobierno rápidamente. "Nosotros no tenemos los impuestos que tiene Vidal en Buenos Aires. Estamos haciendo un gran esfuerzo para tratar de morigerar el impacto de la energía eléctrica", subrayó el gobernador ante la reducción del 15,6 por ciento en electricidad y 6,3 y 6,2 por ciento en las boletas de gas y agua que anunció Vidal.
Un día después de la reunión de las provincias con el ministro de Energía Juan José Aranguren en el Consejo Federal, Lifschitz afirmó que acatará el pedido del Ejecutivo, por más que piense que no es más que “una estrategia para disimular una política tarifaria que produce un amplio impacto social”, que no tiene ninguna relación con las provincias. “No cambió un ápice la estrategia ni la política tarifaria, se la intenta maquillar para que la gente lo pueda digerir pero no se resuelve el problema de fondo”, denunció el gobernador santafesino, quien aclaró: “Las provincias no somos las que definimos las tarifas ni hemos sido parte de las discusiones”.
Lifschitz advirtió que el Gobierno intenta “hacer socios” a los gobernadores para morigerar el impacto de la tarifa de gas, que en realidad es un servicio nacional. “En las provincias no tenemos ningún impuesto al gas, pero nos han pedido una colaboración para asumir en conjunto el financiamiento (del bimestre mayo-junio de la tarifa social del gas) para atenuar el impacto. Vamos a acceder, pensando en los santafecinos", comentó. En ese sentido, recordó que el "impuesto más importante que tienen los servicios públicos es el IVA", un gravamen que recauda la Nación.
Al ser consultado sobre la decisión que tomó Vidal y que comunicó poco antes de la reunión de Aranguren con las gobernaciones, hizo hincapié en que no cree que haya representado para ella un gran esfuerzo. "No tenemos los impuestos que tiene Vidal. Lo que Buenos Aires pierde por un lado, lo recibe por otro lado", señaló. Vidal consiguió el año pasado una suba en sus fondos de 40 mil millones de pesos con el Pacto Fiscal.
"Coincidimos en la necesidad de blanquear las tarifas, que no haya subsidios, que la gente pague el costo de los servicios como corresponde, pero tiene que ser un proceso gradual y tiene que ser acompañado por el crecimiento de la economía", concluyó.
Otro gobernador que se mostró descontento con la presión del Gobierno para sacarse de encima la responsabilidad por los tarifazos fue el salteño Juan Manuel Utubey, quien también indicó que en su distrito no hay ningún tributo para reducir. "En Salta, como en muchas provincias, no se cobran impuestos provinciales en cabeza del usuario como en Buenos Aires. Por lo tanto, no podemos reducir algo que no existe", subrayó Urtubey a través de un comunicado de prensa.
También se pronunciaron contra la estrategia de Cambiemos el gobierno tucumano de Juan Manzur y el catamarqueño de Lucía Corpacci. En esas dos provincias, al igual que en Formosa, Misiones, Corrientes, Santa Cruz y Chubut, la carga impositiva provincial sobre las tarifas de servicios básicos es cero.
El línea con lo planteado por Lifschitz, Urtubey apuntó que la forma de abratar los costos de las boletas es a través del IVA, el impuesto nacional que cobra la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).