Las organizaciones empresariales de Nicaragua dejaron en manos del cardenal Leopoldo Brenes, titular de la Conferencia Episcopal, la responsabilidad de negociar con el gobierno las condiciones para la instalación de una mesa de diálogo.
“Le hemos planteado al cardenal Brenes y a otros obispos, cuáles son nuestros temas y los actores (que deben participar) y entendemos que la Conferencia Episcopal, si se presentan las condiciones, en el momento en que se presenten, nos va a citar”, dijo el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, citado por el diario La Prensa. El gobierno había invitado al diálogo al Cosep para buscar una solución a la crisis del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) y a las protestas que detonó su propuesta de reforma del sistema jubilatorio, e invitado al cardenal Brenes como garante del mismo –el gobierno dio marcha atrás a la polémica reforma–.
Pero el Cosep y otras organizaciones empresariales condicionan su participación a que la negociación incluya a representantes de diversos sectores, entre ellos los estudiantes que lideraron las protestas de los últimos días contra la reforma a la seguridad social.
También, piden que incluya una agenda amplia en la que además de la crisis del INSS se aborden otros temas de interés nacional. “Ellos van a presentarse con varios obispos, como igualmente nosotros vamos a asistir con varias representaciones si es que esas condiciones se logran dar. Ahora depende de ellos, ellos tendrán que decidir en qué momento están dadas las condiciones y tendrán que darnos la señal”, confió Aguerri.
En tanto, la policía nicaragüense comenzó ayer a liberar a unas 200 personas detenidas la semana pasada durante las protestas contra la reforma previsional. El comunicado que publicó la policía acerca de las excarcelaciones de los manifestantes divulgó declaraciones del segundo jefe policial, comisionado Francisco Díaz. El oficial señaló que las personas fueron entregadas a sus familiares y a comisiones de sacerdotes católicos, sin precisar la identidad ni cantidad de liberados. Díaz dijo que el proceso se inició el lunes y concluyó ayer a la mañana en las ciudades de Managua, Masaya, Chinandega, León y Carazo. Además, dio a conocer un listado de dos efectivos policiales muertos y 121 lesionados en los enfrentamientos a nivel nacional.
El inicio de las excarcelaciones se produjo mientras varios miles de manifestantes marcharon pacíficamente el lunes en la capital de Nicaragua y otros varios puntos del país, en una histórica manifestación cuyo principal objetivo fue la renuncia del presidente y el cese de la represión que dejó 28 muertos y decenas de heridos en los últimos seis días.
Medios de prensa independientes entrevistaron a algunos jóvenes excarcelados que dijeron haber sido abandonados el lunes y ayer por la policía en rutas, descalzos, con el cabello rapado y despojados de todas sus pertenencias. “A mí me agarró un grupo de la Juventud Sandinista en la Universidad de Ingeniería (UNI), me golpearon y me robaron todo, el celular, dinero, ropa, zapatos. Me entregaron a la policía y ellos me siguieron golpeando”, relató al diario La Prensa uno de los liberados, que no quiso identificarse. Sergio Meza, otro de los liberados, dijo que fue arrestado por apoyar las protestas. “Me esposaron, me golpearon y me robaron el celular. En la cárcel Modelo dormíamos en el piso sobre agua. Nos trataron peor que a perros, y los policías hacían fila para golpearnos y patearnos”, aseguró.