La puerta del futuro está abierta para los editores curiosos e innovadores. Lo sugiere Daniel Divinsky, el fundador de Ediciones de la Flor, director de una nueva carrera: la Tecnicatura Universitaria en Edición de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), que se abrirá en agosto de este año, con la coordinación académica de Constanza Brunet, creadora y directora editorial de Marea. La carrera, que tendrá una duración de tres años y otorgará el título de Editor, formará profesionales con amplios conocimientos en los diversos soportes de la edición, que no le teman al riesgo y que no estén orientados exclusivamente por el lucro. “La Argentina tiene una larga tradición en el desarrollo de un potente sector editorial; con alzas y bajas ha ocupado un lugar central en la edición en español, con una fuerte influencia sobre la región”, subraya Rodolfo Hamawi, director del Centro Universitario de las Industrias Culturales (Cuica) de la Undav. 

“La existencia de centenares de editoriales, de distinta dimensión, y de los más de 30 mil nuevos títulos editados al año, hablan de un sector que, pese a las actuales dificultades, tiene una gran vitalidad. El sector editorial demanda la permanente formación de profesionales idóneos y actualizados, acordes a tal grado de pujanza y permanente cambio. De allí el nacimiento de nuestra propuesta para la formación de modernos editores”, agrega Hamawi, y cuenta que la Tecnicatura en Edición se propone “una formación que conjugue una sólida formación teórica, que entienda al libro como un transmisor de bienes simbólicos”. Al mismo tiempo se combinará con una formación técnica en las distintas áreas de la edición, comprendiendo el conjunto de la cadena de producción y comercialización. “Pondremos el acento en formar profesionales orientados a la edición independiente, Pymes, proyectos cooperativos y autogestionados”, precisa el director del Cuica.

Hay mucha vida para Divinsky después de haber estado al frente de Ediciones de la Flor, la editorial que fundó en 1966 y que dirigió durante casi cincuenta años, hasta septiembre de 2015. “Cuando hace dos años se me invitó a formar parte del equipo que organizaría la carrera, acepté porque me parecía la oportunidad de sortear la veda en mi actividad editorial por varios años, que resultaba del contrato por el que cedí mi parte en Ediciones de la Flor”, explica Divinsky a PáginaI12. “Soy claramente un editor del siglo XX, pero tengo claro que a la información básica invariable que pueda aportar a partir de mi experiencia, hay que enriquecerla con todo lo que ha cambiado la edición en las últimas décadas. Me interesa formar editores curiosos, innovadores, que no se arredren ante el riesgo ni estén solamente orientados por el lucro, aunque eso no significa que sean amateurs ni miembros de sociedades de beneficencia. En el siglo XXI el editor sigue teniendo la función de conectar contenidos escritos con sus posibles usuarios”.

Divinsky es consciente de los desafíos de los futuros editores que se formarán a partir de agosto de este año. “Los mayores obstáculos que tiene hoy un editor argentino derivan de la situación económica general al igual que casi cualquier otra actividad productiva, a la que se suma el profundo desinterés por la cultura puesto de manifiesto muy rápidamente por el gobierno actual. Los egresados de la carrera se van a tener que enfrentar con el prejuicio de muchos empleadores en editoriales que piensan que sólo la práctica forma personas aptas para el oficio”, plantea el editor. ¿De qué modo la recesión económica está afectando a la industria del libro? “El mercado editorial argentino está en emergencia, pero sobrevive a pesar de todo. La recesión afecta por la fuerte baja en la compra de libros, que hace que disminuya la producción en tirada y en cantidad de nuevos títulos: según datos seguros de la Cámara Argentina del Libro divulgados esta semana, en el primer trimestre de 2018 se produjeron 8 millones menos de ejemplares que en idéntico período de 2015”, compara Divinsky. 

“Hay una situación bastante contradictoria ya que por un lado existe una profunda crisis a nivel ventas que afecta a la producción en cuanto a la cantidad de ejemplares impresos: cada vez las tiradas son más chicas, con lo que los costos crecen y el margen de ganancia tiende a desaparecer”, advierte Brunet, coordinadora académica de la Tecnicatura en Edición y directora editorial de Marea, que desde 2003 publica títulos de investigación periodística, relato histórico, ensayo, crónica y narrativa. “Pero, por otro lado, hay una explosión en el número de editores y en la cantidad de títulos que se registran que, año a año, van creciendo a pesar de la crisis. En muchos casos se trata de microeditores, proyectos muy pequeños que, a partir de la facilidad que han dado las nuevas tecnologías, pueden lanzar unos pocos libros al año en tiradas muy bajas”, analiza la coordinadora académica de la nueva carrera. “Es un cambio cultural muy fuerte empujado por las nuevas tecnologías. Lo positivo es la bibliodiversidad que esto genera. Lo negativo es que en medio de un contexto recesivo del país es difícil la subsistencia para la mayoría de estos proyectos”.  

* Las clases comenzarán en agosto de este año. Mañana a las 14 se realizará la presentación oficial en la Feria del Libro; para informes escribir a [email protected]