Los servicios de streaming se convirtieron el año pasado en la primera fuente de ingresos de la industria musical, según el informe anual de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés), presentado ayer en Londres. Las empresas de música online supusieron en 38,4 por ciento de los ingresos del sector, según el informe Global Music Report. El número de usuarios que pagan por estos servicios creció un 41,1 por ciento, hasta los 176 millones. Sin embargo, las ventas en formato físico retrocedieron un 5,4 por ciento, aunque las de discos de vinilo aumentaron un 22,3%.
El negocio musical creció un 8,1 por ciento, hasta alcanzar ingresos de 17.300 millones de dólares. Se trata del mayor aumento desde que la IFPI comenzó a hacer el informe en 1997, además de marcar el tercer año consecutivo de crecimiento. Aun así, la cifra de ingresos sólo alcanza los dos tercios del máximo que se registró en 1999. “El streaming sigue siendo el principal motor de la recuperación de ingreso y, por primera vez, se convirtió en la mayor fuente de ingresos”, apunta el informe.
“La industria está en el camino de la recuperación, pero está muy claro que estamos lejos de haber ganado la carrera”, dijo la directora ejecutiva de IFPI, Frances Moore. Todavía hay una brecha entre lo que ganan portales como YouTube gracias a la música y lo que reciben los artistas por ello, señaló Moore, y es necesario elaborar leyes para subsanar el problema. Según datos de la IFPI, Spotify paga 20 dólares a las discográficas por usuario, mientras que Youtube remunera a los artistas con menos de un dólar.
Los artistas más vendedores del año pasado fueron Ed Sheeran, Drake, Taylor Swift, Kendrick Lamar, Eminem, Bruno Mars, The Weeknd, Imagine Dragons, Linkin Park y The Chainsmokers. En cuanto a los discos más vendidos de 2017, Divide, de Ed Sheeran, facturó 6,1 millones de copias y se alzó por encima de Reputation, de Taylor Swift (4,5 millones), y Beautiful Trauma, de P!NK (1,8 millones). Los únicos rockeros que aparecen en el top 10 de los más vendedores son U2, en el sexto puesto, con 1.3 millones. En la lista también aparecen Rag’n’Bone Man, Sam Smith, Kendrick Lamar, Eminem, Harry Styles y Bruno Mars.
En la categoría de simples triunfó “Shape of You”, de Sheeran; seguido por “Despacito”, de Luis Fonsi, y “Something Just Like This”, de The Chainsmokers y Coldplay. En ese listado también aparecen los nombres de Kendrick Lamar, Charlie Puth, DJ Khaled e Imagine Dragons. Sheeran fue el único en meter dos canciones en el top 10: además del número 1, se quedó con el puesto 9 gracias a “Perfect”.
Los mercados que más masa monetaria movieron fueron Estados Unidos, Japón, Alemania y el Reino Unido. La región que experimentó un mayor aumento en ingresos fue América latina, con un 17,7% más, por encima del 12,8 % que creció América del Norte y del 4,3% de Europa. Sobre América latina en particular, el informe puntualiza que el crecimiento se dio en gran medida debido al 48,9% de incremento de los servicios de streaming, que ayudó a compensar en 41,5% de caída de las ventas en formato físico. Según IFPI, el crecimiento fue en toda la región, pero en particular en Perú, Chile, Colombia y México. Brasil, el mayor mercado de América latina, volvió a los números positivos (con un 17,9 por ciento de crecimiento) tras un 2016 en que había experimentado una caída del 3%.
Dentro de la presentación también se habló de las tecnologías que regirán la industria en el futuro y Denis Kooker, presidente del área digital y de ventas de Sony Music, no dudó en nombrar al control de voz y a la realidad virtual como las primeras en adaptarse a la música. En esta línea, Moore apuntó que el control de voz funciona de manera que cuando se le pide a un dispositivo que reproduzca un tema de Miles Davis, por ejemplo, este lo haga sonar de inmediato. “En esta tecnología, lo que no se ve es el trabajo que hay detrás para que te reproduzca a ese artista en concreto y no a otro. Eso es esfuerzo directo de las discográficas”, puntualizó.