En su cuarto paro del año, los docentes bonaerenses buscaron como escenario las calles porteñas. Los maestros del Frente de Unidad Docente reclamaron con una movilización a la Casa de la Provincia –en el barrio de Congreso–, que el gobierno de María Eugenia Vidal les presente una propuesta de aumento para alcanzar “un salario digno”. A lo largo de las últimas siete reuniones paritarias, la provincia mantuvo un techo del 15 por ciento en su oferta, que fue rechazada. “El Frente de Unidad no va a firmar un acuerdo a la baja”, señaló Roberto Baradel en el acto que se realizó sobre la avenida Callao. Durante la jornada de protesta también hubo una concentración en el Obelisco, donde los docentes de la agrupación La Marrón organizaron clases públicas.

Representantes gremiales y funcionarios ya expusieron ampliamente todos sus argumentos y en este tramo de la paritaria la cuestión es cuánto respaldo mantiene el reclamo. Con este objetivo a la vista, desde la gobernación salieron a bajarle el precio a la huelga y aseguraron que logró apenas una adhesión del 39 por ciento (de todas maneras, un solo punto menos que la estimada por las mismas autoridades en el paro anterior). Los dirigentes del Frente Gremial, en cambio, replicaron que entre el 85 y el 90 por ciento de los docentes del conurbano se plegaron a la medida.

“Con los números de la adhesión al paro el gobierno hace lo mismo que con la inflación: dice que fue poca y después la realidad demuestra que mienten”, dijo a PáginaI12 Baradel. El titular del Suteba agregó que la gobernadora “debe atender el reclamo salarial y poner fin al ajuste en las escuelas, para invertir en infraestructura y en los comedores escolares donde hoy los chicos reciben un plato de fideos sin carne y una mandarina porque los fondos enviados no alcanzan”.

El dirigente denunció que la inversión en infraestructura escolar es de sólo un 4 por ciento, lo que lleva a que por falta de aulas haya grados superpoblados, con hasta 60 chicos. Como parte del mismo ajuste hay una ofensiva para cerrar los bachilleratos de adultos y los centros de formación profesional.

El paro se realizó después de un fallo judicial que no admitió un pedido de amparo de los maestros frente a los descuentos por días de huelga que aplica la provincia. El dictamen, firmado a principios de mes por el Tribunal del Trabajo 4 de La Plata, fue difundido a los medios horas antes del comienzo de la medida. “A pesar de los descuentos, que son un golpe para cualquier trabajador, los docentes decidieron parar. La adhesión es muy importante, muy alta”, señaló desde la FEB Mirta Petrocini.

La dirigente denunció que hasta ahora no hubo un diálogo real en la paritaria. “Todo gira en que la provincia quiere mantener el techo del 15 por ciento en tres etapas y desestimar la cláusula gatillo. Hasta ahora todo fue imposición: tanto en términos salariales como en la gestión del sistema educativo en general, donde van dictando normas inconsultas, que avasallan los derechos adquiridos de los docentes.”

“En cada nueva reunión llevan la misma propuesta, presentada de distintas maneras. La última que nos hicieron fue un 10 por ciento en tres cuotas, hasta el mes de julio, y sin cláusula gatillo. Es una oferta que no se sostiene porque no alcanza: tengo en la mano el recibo de sueldo de una compañera con diez años de antigüedad. Cobra 14.800 pesos, y la factura de electricidad de su casa pasó de 540 a 2700 pesos. Entonces, no se trata de que la gobernadora tenga que darles una respuesta a los sindicalistas que estamos en la mesa paritaria: tiene que darles una respuesta a los docentes”.

En el Obelisco, maestros de agrupaciones de izquierda cortaron el tránsito con trabajadores ferroviarios, del Hospital Posadas y del subte. “Esto es parte del paro docente convocado por el Suteba contra el techo del 15 por ciento y contra los tarifazos, que los docentes también tenemos que pagar. Nos llegan boletas de luz, agua y gas que alcanzan al 30 por ciento del salario”, dijo Natalia González Seligra, docente y legisladora del FIT. La izquierda pidió de esta manera “un plan de lucha con medidas contundentes”.