“La gente ya no sabe lo que es real y lo que es falso, muchos han dejado de creer en todo. Y eso es incluso más peligroso”. De esta manera, la periodista ucraniana Olga Yurkova planteó el peligro de las noticias falsas en la construcción de sentido. "Si una historia es demasiado emocional o dramática, es probable que no sea real. La verdad suele ser aburrida", apuntó en la charla TED2018 en Vancouver. Incluso se permitió ejemplificar con el caso de su propio país. "Ucrania lleva cuatro años sujeta a la propaganda rusa. Pero las noticias falsas están ocurriendo en todo el mundo", aseguró la periodista, que lanzó StopFake en 2014, cuando la crisis de Crimea con la Rusia de Vladimir Putin. A la fecha, detectó más de mil noticias falsas sobre Ucrania.
StopFake vio la luz a raíz de un hecho macabro que nunca sucedió: la crucifixión de un niño. El caso fue presentado por medios rusos. "Una refugiada de Sloviansk recuerda cómo un niño pequeño y la esposa de un miliciano fueron ejecutados frente a ella", tituló el canal estatal Channel One Russia el 12 de julio de 2014, mientras se desarrollaba el conflicto de Crimea. Galyna Pyshnyak se presentó ante las cámaras como una refugiada y dijo que el chico, de tres años, fue crucificado delante de su madre en una escena desgarradora. "La gente se desmayaba. El niño sufrió durante una hora y media y después murió. Luego fueron por su madre”, relató la mujer.
Pero la realidad era bien distinta. "Dijeron que el ejército acorraló a los residentes locales en la Plaza Lenin, en la ciudad de Sloviansk, pero esa plaza no existe", afirmó Yurkova sobre un hecho inexistente, que sin embargo tuvo amplia difusión y sirvió como pieza propagandística para los rusos. Más tarde se descubrió que Pyshnyak era una militante a favor de Rusia.
No fue la primera vez que ocurrió una situación así en base a una noticia falsa en un conflicto bélico con niños de por medio. En 1990, una adolescente kuwaití de 15 años, llamada Nayirah, denunció los crímenes de Irak tras la invasión de Kuwait por parte de las tropas de Saddam Hussein, lo que derivó en la Guerra del Golfo.
El testimonio de Nayirah, incluido por BBC Mundo en un repaso sobre las noticias falsas utilizadas para justificar guerras, sirvió para encolumnar a una opinión pública norteamericana dividida ante la posibilidad de una intervención militar. La joven llegó a hablar ante el Congreso de los Estados Unidos y dijo que las tropas iraquíes mataron a bebés que se hallaban en incubadoras, dentro de un hospital donde ella era voluntaria.
Nada más lejos de la verdad. Una agencia norteamericana de relaciones públicas, vinculada a la monarquía de Kuwait, preparó su testimonio, de acuerdo a una denuncia de Human Rights Watch, Amnistía Internacional y varios periodistas. En rigor, Nayirah era ni más ni menos que la hija de Saud Nasir al Sabah, el embajador de Kuwait en Estados Unidos. Para James Garvey, autor de The Persuaders: The hidden industry that wants to change your mind (Los persuasores: la industria oculta que quiere cambiar tu opinión), la comparecencia de Nayirah sirvió para orientar el anhelo belicista.
Más cerca en el tiempo, en septiembre de 2017, un equipo de la BBC, creado para desmontar noticias falsas, mostró el uso de unas imágenes apócrifas en la crisis de los rohingya en Myanmar, la ex Birmania.
Los rohingya son una etnia musulmana que sufre la persecución de los budistas en ese país del sudeste asiático. Los victimarios usaron videos y fotos de otros conflictos para acusar de violentos a los rohingya y así justificar el incremento de la violencia.
"Fue muy espantoso y difamatorio, y en gran parte errado”, contó Jonathan Head, el corresponsal de la BBC en la región. Entre otros materiales, se usaron imágenes del genocidio en Ruanda, ocurrido en 1994. Mehmet Simsek, vice primer ministro turco, tuiteó esas imágenes. Luego se disculpó, pero su publicación ya se había compartido más de 1600 veces.
"Hay una frenética guerra en las redes sociales alrededor de los rohingya. Yo mismo he sido bombardeado con imágenes muy desagradables en las que se muestran a víctimas de masacres, muchas de las cuales son difíciles de verificar", agregó Head al respecto."Obtener una imagen real de lo que está ocurriendo llevará mucho tiempo, dado el poco acceso de observadores neutrales en la zona", estimó.
En otra ocasión, Estados Unidos montó una guerra para tapar un escándalo sexual en la Casa Blanca. El patriotismo norteamericano se orientó hacia Albania en plena campaña de reelección del presidente. Incluso se llegó a repatriar a un soldado muerto en combate, al que se enterró con todos los honores. En realidad era un convicto, asesinado por un campesino en defensa propia, en un montaje que terminó de manera exitosa con la reelección. Es lo que narra Wag the dog, film de Barry Levinson de 1997, escrito por David Mamet y protagonizado por Dustin Hoffman y Robert De Niro. Una ficción de cuando Internet estaba aún en pañales, pero que hace dos décadas mostró cómo se podía manipular a la población.