El empleo registrado en la industria alcanzó en febrero su nivel más bajo en siete años. El proceso de destrucción de puestos de trabajo por goteo en las actividades manufactureras iniciado con el recambio presidencial retrotrajo los niveles de ocupación sectorial hasta aquellos observados a mediados de 2010. Las cifras publicadas ayer por el Ministerio de Trabajo evidencian que en el segundo mes del año existieron 16.800 puestos industriales menos que en el mismo período del año pasado y una reducción de 2400 empleos frente a enero. El proceso de apertura comercial y el deterioro en el poder adquisitivo explican la destrucción acumulada de 68.940 posiciones en las actividades fabriles desde diciembre de 2015.  

Los datos que provienen de los registros administrativos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) evidencian que esa lenta pero sostenida caída del empleo industrial sigue siendo compensada por la incorporación de asalariados en actividades vinculadas a los servicios, actividades caracterizadas por una mayor inestabilidad y menores salarios. A lo largo de los veintiséis meses con Cambiemos en el gobierno cubiertos por las estadísticas oficiales, el número de asalariados registrados del sector privado anotó un aumento de 37.700 trabajadores. Comercio, reparaciones, servicios sociales y de salud, hotelería y restaurantes, son las actividades que más empleo crearon a lo largo del período. Los informes de la cartera laboral muestran para el agregado del sector privado un incremento mensual marginal de 1000 asalariados y una mejora de 77.900 trabajadores frente al mismo mes de 2017.

“La destrucción de empleo industrial es consecuencia del proceso de apertura y la decisión política de no proteger esos empleos. Utilizar a la apertura para disciplinar y planchar la inflación, al menos hasta la devaluación de diciembre, ofrece como contracara la caída en el empleo de la industria. Los puestos que se crean para compensar tienen salarios mucho más bajos”, consideró el economista Ariel Lieutier del Instituto de Trabajo y Economía (ITE) a PáginaI12. Desde la cartera laboral sostienen que las cifras para la actividad industrial esconden un heterogéneo desempeño donde existirían rubros con mejoras. “Cae levemente. No cae mucho. Viene bastante estable la industria en empleo. En el saneamiento general de la economía que se está dando creo que debería crecer”, sostuvo ayer el Director Nacional de Estadísticas y Estudios del ministerio de Trabajo, José De Anchorena. Los informes distribuidos ayer en la cartera encabezada por Jorge Triaca volvieron a incluir el membrete de la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales aunque la dependencia fue eliminada a comienzos del mes pasado por un decreto que modificó el organigrama del Gobierno.

En la balanza del empleo privado los datos muestran que la construcción logró recuperar el terreno perdido con la paralización de la obra pública y la recesión pero los niveles de ocupación sectoriales están en línea con los observados a finales de 2015. La construcción llegó a registrar la destrucción de 50.000 empleos en julio de 2016, el equivalente al 10,9 por ciento del total de los puestos registrados del sector. La reactivación le permitió recuperar los niveles de empleo y en febrero pasado se registraron 3500 posiciones más que al momento del recambio presidencial. Las cifras en el segundo mes de 2018 marcaron una mejora de 1400 puestos contra enero y un incremento de 38.200 posiciones frente al mismo período del año pasado (ver aparte).

“No estamos frente a un resultado indeseado sino frente al funcionamiento normal del modelo propuesto por Cambiemos. Este es un proceso de precarización por goteo donde los sectores que más aumentan son los monotributistas, cuentapropistas y trabajadores no registrados”, explicó a este diario Lieutier del ITE. Cuando además de los asalariados del sector privado se contemplan el resto de las categorías ocupacionales registradas, se observa la creación de 216.300 empleos. El dato representa una baja mensual de 32.300 empleos que sin estacionalidad se reduce hasta 8800 trabajadores.  Así, más de la mitad de los nuevos trabajadores creados a lo largo del último año se incorporaron a puestos inestables y de bajos ingresos como monotributistas, cuentapropistas, casas particulares y monotributistas sociales.

@tomaslukin