Boca necesitará recuperar su juego si pretende clasificar a la siguiente instancia de la Copa Libertadores. La derrota de anoche ante Palmeiras no sólo complicó su futuro en el Grupo H, sino que también dejó un gran interrogante para el futuro
Palmeiras salió decidido a posicionarse en el campo rival, y no dejaba salir a Boca de su terreno. Los volantes brasileños prevalecían ante Sebastián Pérez, que no podía acomodarse para hacer circular la pelota. Por esa presión asfixiante, Rossi recibió un pase comprometido y cuando rechazó la pelota dio en la espalda de Keno, provocando la primera alerta de la noche. Cuando se jugaban 10 minutos, Boca recién pudo adelantarse y quebrar el acoso inicial de Palmeiras.
Los que fueron entendiendo de qué manera había que ubicarse fueron Pablo Pérez y Nández. Ellos lograron adueñarse de la posesión de la pelota, y cuando se unían con Tevez y Pacón el equipo tenía una circulación más fluida. Precisamente este último estuvo cerca de convertir a través de un tiro libre, pero la pelota se fue rozando el travesaño.
El mayor problema de Boca era acelerar el ritmo una vez que pasaba el círculo central, debido a que Palmeiras esperaba bien agrupado para tratar de sorprender por la vía del contraataque.
Los dos equipos fueron tomando muchas precauciones con el correr de los minutos, y ninguno terminaba de arriesgar lo necesario. De esa manera, el desarrollo se limitaba a insinuaciones. Pero cuando se terminaba el primer tiempo, una desatención defensiva de Boca le permitió a Keno cabecear en soledad dentro del área y convertir el primer gol. Inmediatamente, Abila tuvo el empate abajo del arco y sorpresivamente remató desviado.
La falta de reacción de Boca continuó en el segundo tiempo, y un error propio casi le cuesta otro gol en contra. Tevez entregó la pelota corta a Magallán, y éste tuvo que cometer una falta en la puerta del área. El árbitro decidió no expulsarlo ya que tenía una amonestación y merecía la segunda. De ese tiro libre, Lucas Lima casi convierte con un remate rasante que se fue al lado del palo.
Para colmo, en un corner a favor de Boca, los brasileños también estuvieron cerca de aumentar la diferencia en otro contraataque, que Sebastián Pérez logró salvar casi en la línea. El desorden era el que dominaba a Boca y entonces sus llegadas eran a través de acciones individuales. De esa forma estuvo cerca de la igualdad por intermedio de Pavón, Jara y Pablo Pérez, pero los tres fallaron frente al arco.
Los errores de Boca continuaron, y Lucas Lima sacó ventaja de una mala salida de Rossi para marcar el segundo gol. El volante tocó la pelota por arriba con el arco vacío para otro festejo visitante. La noche no era de Boca.