La inauguración de la 44ª edición de la Feria del Libro de Buenos Aires estuvo marcada por la irrupción de un nutrido grupo de docentes porteños, que manifestaron su oposición al cierre de los profesorados por parte del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. La escritora Claudia Piñeiro, a cargo del discurso de apertura del encuentro, se solidarizó con la protesta.
Los docentes desplegaron sus banderas y entonaron sus consignas cuando comenzó a hablar Enrique Avogadro, el ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, quien no pudo concluir su intervención, hecho que rebotó rápidamente en las redes sociales.
Tampoco pudo hacer uso de la palabra, el ministro de Cultura nacional, Pablo Avelluto, quien lamentó el episodio por Twitter, sin hacer alusión al programa Unicaba, que prevé el cierre de 29 institutos de formación docente y que provocó la protesta de docentes y estudiantes. .
Piñeiro, en cambio, recordó que ella misma había ido a un profesorado, y agregó "espero que se retire el proyecto “. La autora de Las grietas de Jara advirtió, además, que “nuestra tarea (la de los escritores y la de los docentes) tiene que ser honrada como lo que es, trabajo". “Las políticas educativas y culturales tienen que ser sostenidas en el tiempo para que sean efectivas", sostuvo.
La escritora añadió que "el lugar del escritor es el del conflicto con la autoridad" y que "está claro que si un chico sale de la primaria sin saber leer, no será lector en el futuro".
Tras el discurso, Piñeiro volvió a reafirmar su apoyo al proyecto de ley para despenalizar el aborto, al mostrar el pañuelo verde de la campaña.
Acto seguido, Avelluto quiso hablar. Arreciaron de vuelta los gritos. "A los fascistas le pido silencio", dijo el ministro. "Ya que los que vinieron a manifestarse de forma autoritaria se manifestaron, que nos dejen hablar", agregó, pero los cánticos siguieron y se fue en medio de gritos por el fin del proyecto que cierra profesorados.