La Legislatura porteña aprobó en la sesión del jueves la creación de un Distrito Joven en la costanera norte de la ciudad. El proyecto 51/2018 recrea y legaliza la privatización de esta zona realizada en los años noventa, blanqueando los usos actuales de boliches y clubes deportivos cuya ocupación era precaria. La nueva ley fue aprobada por 42 votos a favor y 15 en contra, y hasta reduce el camino de sirga -el sector de costa que debe dejarse libre- de 35 a 15 metros de ancho.
El proyecto oficialista fue aprobado en segunda lectura en la sesión de esta semana con los votos del PRO, Coalición Cívica, GEN, Partido Socialista, Mejor Ciudad y Bloque Peronista. Unidad Ciudadana, FIT, Suma, Autodeterminación y Libertad, y PTS votaron en contra. La ahora ley permite al Ejecutivo porteño entregar en concesión por hasta diez años espacios públicos y a seguir rellenando el río. El camino de sirga, tradicionalmente de 35 metros de ancho, fue reducido a quince metros, el mínimo que indica el Código Civil y Comercial nacional. El proyecto de ley fue presentado como uno de cuidado del espacio verde, pero en rigor mantiene los niveles de ocupación actuales de la tierra pública. Se establecen sectores gastronómicos, recreativos y deportivos, y explícitamente se reconoce el “esparcimiento nocturno”.
El motor de esta legislación es la voluntad del macrismo de renovar las concesiones vencidas hace cinco años de los boliches de la costanera, que siguen abiertos con contratos precarios desde 2012. De hecho, el final de las concesiones significaba originalmente que estos restaurantes y boliches debían ser demolidos para crear espacios verdes. Pero la ley mantiene las restricciones al acceso en amplios sectores de la costanera, lo que contradice el artículo 8 de la constitución porteña, que los declara de libre circulación. La ONG especializada en asuntos urbanos Observatorio del Derecho a la Ciudad anunció ayer mismo que va a presentar un recurso para que la ley sea declarada inconstitucional y por lo tanto inválida.