Cuatro hombres armados con una ametralladora y un fusil fueron detenidos en Villa Insuperable, luego de tirotearse con policías cuando volvían de cobrar un rescate y liberar en la Ciudad de Buenos Aires a un hombre y su hija de 15 años secuestrados anoche en Vicente López, informaron fuentes policiales y judiciales.
El jefe de la PFA, Néstor Roncaglia, aseguró que el tiroteo incluyó “más de cuarenta disparos” y que los detenidos conformaban una banda que cometió varios secuestros extorsivos, principalmente en el norte del conurbano.
Los cuatro apresados de entre 19 y 38 años tienen antecedentes por robo y otros delitos en causas en las que cumplieron condena, señalaron las fuentes. Las detenciones se concretaron en el cruce de la calle Segurola con la avenida General Paz, de Villa Insuperable, por policías de la Federal que notaron la presencia de un Peugeot 208 blanco con varios ocupantes y las luces apagadas, en Corrales y General Paz, a la altura del barrio porteño de Mataderos.
“Estábamos recorriendo con un grupo de móviles la zona en prevención de delitos federales y a dos cuadras, en Corrales y General Paz, advierten el desplazamiento de este vehículo color blanco, con las luces apagadas y varias personas en su interior”, comentó a la prensa Roncaglia.
El jefe policial explicó que los uniformados quisieron identificarlos pero se inició “una persecución por la colectora de General Paz” hasta que al doblar por la calle Segurola, los sospechosos frenaron y “descendieron dos personas del vehículo, uno con ametralladora y otro con pistola, que comenzaron a efectuar disparos al personal policial”.
Roncaglia señaló que la policía “repelió la agresión”, que luego los delincuentes “se entregaron” y que afortunadamente “no hubo heridos” aunque sí algunos daños ya que varios vehículos de la zona recibieron impactos de bala del enfrentamiento en el que, según el jefe policial, hubo “más de cuarenta disparos”.
“Nos encontramos con la sorpresa que dentro de ese vehículo había un fusil FAL listo para disparar, con dos cargadores completos, la ametralladora con la cual dispararon al personal policial, tres pistolas calibre nueve milímetros, capuchas y precintos”, dijo.
El jefe de la PFA comentó que el miércoles por la noche se pusieron en contacto con la Bonaerense ante la seguridad de que “este grupo había cometido otros hechos en provincia de Buenos Aires en la modalidad de secuestros extorsivos”.
El Peugeot en el que circulaban, si bien tenía la patente cambiada, tenía un pedido de secuestro de la Justicia federal de San Isidro porque le había sido robado a un hombre, identificado como Santiago Bader, que fue secuestrado el 17 de abril en Munro, partido de Vicente López.
Pero además, dentro del auto, la Policía encontró dinero –10.920 dólares y 12.550 pesos– y otros elementos –un reloj y un anillo–, por los que se pudo establecer que, antes del tiroteo, la banda había cometido un doble secuestro extorsivo y acababa de liberar a las víctimas tras cobrar el rescate.
Fuentes de la investigación precisaron que el hecho ocurrió a las 22.45 del miércoles, a seis cuadras de la quinta presidencial de Olivos, partido de Vicente López, cuando un hombre y su hija adolescente llegaban a su casa.
Los secuestradores se comunicaron con la esposa y madre de las víctimas, quien pagó el rescate –que entre los dólares y los pesos recuperados ascendió a más 230.000 pesos–, en inmediaciones de un hipermercado ubicado en el cruce de las avenidas Guido Spano y San Martín, del partido de San Martín.
Tras efectuar el pago, la mujer dio aviso a un puesto policial y recién en ese momento comenzó a intervenir el fiscal federal 2 de San Isidro, Rodolfo Fernando Domínguez, y la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de esa jurisdicción.
Ramos y su hija fueron liberados en el barrio porteño de Versalles, a unos seis kilómetros de donde más tarde, minutos después de la medianoche, los secuestradores se cruzaron y tirotearon con los efectivos de la PFA.
Además de las armas y el dinero, dentro del auto se encontró una tarjeta de acceso a una empresa a nombre de Bader –víctima del 17 de abril–, un portacredencial metálico con la inscripción Gendarmería Nacional, gorras, guantes de látex, una pinza, llaves de otros autos, un bolso, una mochila, cuatro celulares y un anillo y un reloj reconocidos por las víctimas del último secuestro.
La causa por el tiroteo, la resistencia a la autoridad, la tentativa de homicidio del personal policial y la tenencia de las armas de guerra quedó en manos del Juzgado Federal 2 de Morón, a cargo de Jorge Rodríguez.
La Justicia federal de San Isidro, que tenía a cargo tanto este doble secuestro de Olivos, como el del hombre capturado en Munro el 17 de abril, podría inhibirse y girarle todas las actuaciones al juez Rodríguez.