El argentino Roberto Alejandro Domínguez, un artista de 36 años que residía hacía cuatro años en Ecuador, murió tras ser apuñalado el domingo por un irlandés en una hostería de la localidad de Loja, en el sur del país, donde ambos estaban alojados, según informaron fuentes de la Cancillería y el administrador del lugar.

Por el caso quedó detenido Alwyn Peter Millen, oriundo de Irlanda, quien había llegado a la hostería ‘Las ruinas de Quinara’ una semana antes del crimen y debía abandonar el lugar el mismo domingo en que ocurrió el ataque, sobre el cual se desconocen los motivos.

“Escuchamos los ruidos y un empleado subió, encontró a los dos hombres forcejeando. En cuanto lo vio, el británico se apartó y Alejandro estaba tirado en el suelo sangrando y el cuchillo al lado. Mi empleado tomó el cuchillo y bajó corriendo”, describió Juan, el administrador de la hostería ubicada en la localidad de Vilcabamba, 41 kilómetros al sur de Loja.

Con la voz quebrada, Juan relató que momentos después llegó a la escena del crimen otro empleado que impidió que Miller escape.

“Lo acorraló en el descanso de la escalera; mientras yo apreté el botón de pánico y mi cuñada llama a la policía. A los tres minutos estaba aquí la ambulancia”, agregó.

Domínguez fue trasladado a un centro médico de Vilcabamba, pero luego derivado al hospital Isidro Ayora, de Loja, donde falleció.

Miller fue detenido el mismo domingo en la hostería, a pedido de la Fiscalía, y por orden de la jueza Gladys Sarango López, y se lo investiga por el presunto delito de homicidio. Acerca de los motivos que lo llevaron a apuñalar a Alejandro, el administrador del lugar mencionó que el jueves previo al ataque el artista le había advertido que “Miller era conflictivo. Me dijo que había tenido problemas con una canadiense, nosotros estábamos atentos pero esa semana que estuvo aquí realmente no pasó nada raro”.

Juan contó que el irlandés había ingresado a la hostería el sábado 14 de abril con un pasaporte de Gran Bretaña y debía irse del lugar el domingo en que apuñaló al argentino.

“Durante esa semana, dentro del lugar no habíamos tenido ningún problema con él. Ese domingo nos pidió si se podía quedar un mes y le dijimos que no porque teníamos un grupo de gente que ingresaba y necesitábamos la habitación”, relató Juan. Alejandro vivía en el albergue hacía más de tres meses y podía quedarse “a cambio de los murales que realizaba en el lugar”, dijo el empleado que estaba aprendiendo a pintar con las clases que le daba el argentino.

“‘Explora, vive y sueña’, fue una de las frases en uno de los últimos murales que pintó. Yo le tenía un gran afecto, me estaba enseñando a pintar. Era una persona muy buena, muy respetuosa, nunca llegó borracho, nunca hizo lío, siempre fue solidario con todos los que trabajábamos aquí, charlábamos, nos reíamos”, evocó Juan. Y añadió que “quienes trabajamos aquí estamos muy tristes, uno no puede saber qué pasa por la cabeza de las personas; nosotros hicimos todo lo que pudimos, incluso la ambulancia llegó rapidisimo, la policía, todos”.

Sobre el traslado de los restos del joven artista a Argentina, fuentes de Cancillería indicaron que “las autoridades han efectuado la autopsia correspondiente, restando trámites de identificación del cuerpo para que pueda ser liberado para su traslado internacional”.

“Se han requerido las huellas del fallecido al Registro Nacional de las Personas para su remisión urgente a las autoridades ecuatorianas”, agregaron. Elizabet, hermana de Alejandro, se acercó a “la Dirección General de Asuntos Consulares, Dirección Argentinos en el Exterior, a efectos de autorizar al Consulado en Guayaquil a efectuar los trámites inherentes al traslado de los restos, en caso que los familiares decidan no desplazarse hasta Ecuador”, indicaron las fuentes.