Desde Brasilia

 

“Voy a leerles estas cartas de amor a Lula” dijo ayer el ex senador Eduardo Suplicy ante los militantes reunidos junto a unas carpas frente a la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba. Previamente los acampados habían gritado un sonoro “buen día” para que fuera escuchado por el líder encerrado en solitario en el cuarto piso de la sede policial.

Una de las tres mil cartas llegadas desde varias provincias lleva la firma de la profesora Kenia.

“Mi querido y amado presidente Lula, hay una inmensidad de emociones que no caben aquí, el mundo entero está luchando para que salga de ese cautiverio”.

“Estoy haciendo mi parte como profesora denunciando ante mis alumnos las maldades de la derecha y elogiando al gobierno del PT que tanto hizo por la educación. En todas mis clases me refiero a usted como mi divo, siéntase muy abrazado”.

En otra misiva, leída por Suplicy, un señor de apellido Schuster escribió, “Caro presidente Lula, no soy afiliado al PT ni me considero un petista, pero pese a ello lo voté en todas las elecciones desde el 89. Sé que es muy fácil pedirle que tenga fuerza y fe cuando yo estoy afuera y usted está preso”.

“Usted fue condenado en un proceso arbitrario, partidario. Esta carta es para pedirle socorro para que resista y salga enseguida. Precisamos un lider de verdad, alguien que nos traiga respeto y amor propio”.

Al despedirse de los acampados, Suplicy anunció que pedirá autorización a la jueza federal Carolina Lebbos, de Curitiba, para ingresar al presidio y entregar el paquete con toda la correspondencia. Recordó, además, que Brasil es signatario de las Reglas de Mandela, de Naciones Unidas, que garantizan un tratamiento digno y las visitas a los presidiarios.

Carolina Lebbos, vinculada al juez Sergio Moro, responsable de la causa Lava Jato, tiene en su prontuario el haber negado las visitas de Adolfo Pérez Esquivel, Leonardo Boff, nueve gobernadores y una decena de diputados brasileños.

Ayer prohibió que dos médicos ingresaran al cuarto donde está encerrado Lula, lo cual fue calificado como un “crimen contra la humanidad” en una nota oficial divulgada por el PT.

A todo esto,  Moro desafió ayer al Supremo Tribunal Federal. El mediático juez ratificó que no enviará a otro juzgado el expediente de la causa en la que investiga al ex mandatario  por una quinta en el interior de San Pablo, si antes el máximo tribunal no se lo exige por escrito.