Un hombre de 28 años murió tras recibir un balazo al quedar en medio de un tiroteo entre uniformados de la Federal y presuntos ladrones que escapaban en un auto, en el barrio de Mataderos. La balacera se efectuó cuando la víctima, identificada como Jonathan Echimborde, arreglaba su camioneta en la puerta de su casa, sobre la calle Basualdo 1619, entre Remedios y Viejo Bueno. Si bien aún no se sabe quién disparó a Echimborde, el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad ordenó “pasar preventivamente a disponibilidad a los efectivos intervinientes”.
La muerte de Echimborde se produjo tres días después de que Brian resultara baleado en la calle, en Flores, y horas después de que los vecinos saquearan la comisaría 38, enardecidos por la muerte del chico. Sin sospechar lo que le iba a suceder, Jonathan Echimborde –fumigador de profesión y mecánico amateur– se encontraba en la puerta de su casa del barrio de Mataderos, lijando la carrocería de su camioneta. De improviso, un Volkswagen Bora que transportaba tres hombres que según la policía habían participado en un robo con armas, pasó a toda velocidad por el frente de la casa en dirección a Remedios, disparando al patrullero que los perseguía y desde donde también tiraban contra el Bora. En medio del tiroteo, una bala impactó en el tórax de Echimborde. Los dos vehículos continuaron la persecución y el mecánico cayó en plena calle.
Tras escuchar los disparos, los familiares salieron a la puerta y vieron el estado del joven. Rápidamente llamaron al 911 y cuando arribó el equipo médico, se lo llevaron de urgencia al Hospital Santojanni. Echimborde, padre de tres hijos, murió en la guardia del hospital.
Por su parte, la persecución continuó por la autopista Dellepiane. Allí, para intentar frenar a los acusados, un móvil de la comisaría 40 colisionó contra el Bora. Por el impacto, un policía quedó herido y fue trasladado a un hospital de la zona. Uno de los tres sospechosos también se accidentó y luego de ser atendido, quedó detenido. Hasta el cierre de esta edición, no se confirmó si los dos restantes continuaban prófugos.
La polémica quedó instalada para saber quién disparó a Echimborde. Gendarmería quedó a cargo del peritaje balístico y llegó a las cuatro horas de ocurrido el tiroteo. El padre de la víctima denunció que “cuando la policía comenzó a inspeccionar el lugar, pateó las vainas servidas que quedaron en la calle”. El Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad emitió un comunicado para explicar la situación de los policías involucrados: “Se han iniciado los sumarios respectivos para que se esclarezcan las circunstancias del hecho y preventivamente se han pasado a disponibilidad a los efectivos intervinientes”.