El gatillo fácil sumó una nueva víctima: Matías Rodríguez. El chico, de 16 años, fue baleado por un policía fuera de servicio en el barrio de Flores. El caso fue denunciado por la comunidad educativa de la Escuela Municipal de Enseñanza Media 3 del Distrito Escolar 19 y organizaciones del Bajo Flores, que remarcaron el adolescente no estaba armado y recibió el disparo por la espalda.
Matías fue baleado el miércoles a las 23,en la esquina de Eva Perón y José Martí. Falleció poco después en el hospital Piñero.
El joven era un ex alumno de la EMEM 3, en el marco del Programa Club de Chicos y Club de Jóvenes del Ministerio de Educación de la Ciudad. “Se trata de un nuevo capítulo de la doctrina Chocobar”, afirmaron desde la escuela.
“Cuando un gobierno justifica el asesinato de los jóvenes por parte de las fuerzas de seguridad es fascista. Sepan que a pesar de ser una pelea tan tremendamente desigual algún día tocaremos la dignidad con las manos y que el destino no es la muerte sino una vida plena para todxs”, aseguraron en el texto difundido.
“Esto ya pasó en los 90, los ‘dejan hacer’ y cuando se están yendo los matan por la espalda”, agrega el texto. Además, remarca que “entre las zonas liberadas y las zonas apropiadas, entre el trazado formal y el informal, los cuerpos de lxs pibxs funcionan como hitos que marcan con su sangre las fronteras invisibles que advierten sobre los peligros de haber salido del domo, de haber seguido el anhelo de querer arrebatarle a esta vida perra una tajada que nunca va a llegarles por esperar pacientemente del otro lado de la raya”. Y pone de relieve que “el Estado también es este disciplinamiento que nos quiere imponer que lo único que podemos hacer es juntar la guita para pagar un cajón donde enterrar al niño”. La comunidad educativa de la escuela a la que concurría Matías rechazó la idea que a los barrios “no llega el Estado”. “El Estado ahí es la Gendarmería, los comisarios fuera de servicio, los negocios intocables de la droga y la circulación de pibas, el pan que se quita, la vacante que se niega, las ambulancias que no llegan, las armas accesibles y los cuerpos matables y desaparecibles de lxs adolescentes, ahí la ley funciona a rajatablas y la menor infracción se paga con la vida”, enumeró.