En plena oleada de desconfianza en las redes sociales por el uso masivo de datos personales con fines interesados, como la manipulación electoral, el gobierno francés confirmó que está desarrollando su propio sistema de mensajería encriptado. El país que sigue prefiriendo ampliamente los “tradicionales” mensajes de texto (SMS) de móvil frente a alternativas más modernas y encriptadas como el WhatsApp –cuyo dueño, Facebook, está estos días en el punto de mira por el escándalo de Cambridge Analytica– quiere así ponerse a la vanguardia en lo que a protección de datos.